En realidad, cuanto menos mejor

Pero, entonces, ¿cuánto azúcar puedo tomar a la semana?

Ojo, porque si te echas una cucharadita y pico de azúcar a cada café que te tomas, igual ya te estás pasando...

Comer azúcar no es muy bueno para la saludAgencias

El azúcar, el maldito azúcar. Uno puede ponerse muy digno y decir, "eh, que yo apenas tomo dulces" y pensar que el azúcar en su vida está más que controlado. Sin embargo, el azúcar acecha en casi cada esquina. Está en los alimentos procesados que calentamos y listo para salir del apuro, en los panes industriales, en algunos congelados, en las salsas... La pregunta que nos acabamos haciendo es: vale, teniendo en cuenta que hay azúquitar en casi todo lo que tomo, ¿cuánto es mi límite a la semana para mantenerme sano?

Azúcar | Agencias

Lo primero que hay que hacer es distinguir entre el azúcar presente naturalmente en los lácteos, la fruta, etc y el añadido. En el primer caso, según la Organización Mundial de la Salud, no hay evidencias de que este azúcar presente naturalmente pueda ser perjudicial para la salud. Por otro lado, hay un hecho cierto y es que son alimentos que, además de contener azúcar, contienen fibra, vitaminas o minerales beneficiosos para nuestro cuerpo. En el segundo caso, el azúcar añadido está presente en alimentos que, por lo general, suelen tener un escaso nutritivo (dulces, platos preparados, etc), con lo que, como dirían las abuelas, 'no estamos echando nada bueno a nuestro cuerpo'.

Según la Organización Mundial de la Salud, el azúcar que debemos tomar diariamente no ha de exceder los 25 gramos en total. Esto equivale, más o menos, a seis cucharaditas de café. Esto equivale a 175 gramos a la semana y unas 42 cucharaditas de azúcar si queremos repartirlas. Ese es el tope, aunque, tal y cómo recomiendan, lo ideal es tomar cuanto menos mejor.

UN MUNDO EN MINIATURA | David Gilliver

¿Cuál es el problema? Pues que, si somos de los que tomamos unos cuantos cafés al día con azúcar añadido, podríamos estar cubriendo esa cantidad a expensas del resto de azúcar añadido que tomemos a través de dulces, del que nos echemos en el yogur o de los que haya en el resto de comidas. Hay que pensar, por ejemplo, que en una lata de refresco podemos encontrarnos hasta 10 cucharaditas de azúcar y en un chorreón grande de ketchup, hay casi una cucharada de azúcar.

¿Cuál es la clave? Pues tratar de sumar para intentar no llegar a esos 25 gramos de azúcar. Lo mejor es echar un ojo a las etiquetas y sustituir siempre que podamos el azúcar añadido por otros edulcorantes naturales como la stevia. También tenemos que pensar que lo mejor es cambiar aquellos alimentos 'problemáticos' por otros que no lo sean. Ejemplos de esto son los refrescos (agua en su lugar), los dulces (fruta) o los alimentos ultraprocesados (por los que cocinemos nosotros). El resultado final de abusar del llamado 'veneno blanco' es obesidad y problemas de salud como lo diabetes, riesgos cardiovasculares, etc.