Mañana es el Día Mundial del Sándwich

Los 10 peores FAILS que le pueden pasar a un sándwich

Mañana es el Día Mundial del Sándwich y nosotros, en lugar de ponerte los dientes largos con los mejores del mundo, seleccionamos grandes fracasos en los que se resume lo peor que le puede pasar a un sándwich. Agárrate los machos, que allá vamos.

Cómete el marrón. Hacer un sándwich no es solo disponer de manera armoniosa ingredientes entre dos rebanadas de pan, también hay que cuidar el aspecto estético. Este que nos hemos encontrado puede que esté buenísimo, pero su marronismo extremo nos hace mirar para otro lado. Y es que hay que tener un poco de ojo clínico, hombre.

Cuestión de proporciones. Un sándwich no puede prepararse de cualquier manera: hay que tener en cuenta lo que se mete dentro y el tamaño del pan. En este caso, por ejemplo, el ansia por meterle dentro relleno a saco acaba dejándolo desproporcionado porque el pan es incapaz de cubrir la loncha. Y esto tampoco nos mola, que conste.

Relleno de posguerra. Madre mía, todos tenemos en la cabeza lo que es un sándwich apetitoso: con varios ingredientes, un pan tostadito, su toque de lechuga y tomate... por eso vemos esto y se nos cae el alma a los pies. Es tan cutre eso de coger una pasta ya hecha y untarla en dos rebanadas paliduchas que nos vienen a la cabeza cartillas de racionamiento y cosas así. Que no habíamos nacido, pero nos suena...

¡Auch! Acuérdate de quitar el plástico. No es solo que usemos queso en lonchas cutre, eso lo podemos tolerar. Pero lo que no nos parece de recibo es que no se quite ni siquiera el plastiquerre en el que viene envuelto. El pobre ser humano que se encontró esto en el sándwich aún tiene pesadillas con trozos de plástico que le acechan en mitad de la noche.

No estoy moreno, estoy quemado... El manejo de los tiempos con la tostadora o la sándwichera es una de las leyes universales que toda persona debe conocer. Un error de segundos y un olfato poco entrenado puede convertir una tostada maravillosamente bronceada en un ejemplo de apocalipsis nuclear. Y en uno de los peores errores que se pueden cometer con un emparedado.

Falta una rebanada. La moda de las tostas ha hecho mucho daño. Hasta el punto de que hay restaurantes en los que se sirven sándwiches con una sola tapa de pan. Y eso Sí QUE NO. Pase que todos lo flipéis con vuestras tostadas con queso de cabra por encima, pero los sándwiches requieren dos piezas de pan para que podamos sujetar el interior y comerlo. Y eso es sagrado.