CON UN PAN BAJO EL BRAZO

Pan de centeno, de avena, de maíz... ¿Cuál es mejor?

La oferta de panes se ha multiplicado desde hace un tiempo: trigo, centeno, avena, maíz… Aunque pueda parecer que todos son más o menos iguales, lo cierto es que cada uno tiene sus propias características. En este artículo, vamos a hablar de sus semejanzas y sus diferencias.

Actualmente, en la panadería puedes encontrar una gran variedad de panes, más allá de la clásica baguette o del panecillo de Viena. La oferta ha ido creciendo cada vez más para adaptarse a intolerancias alimentarias y a otras patologías para que todo el mundo pueda disfrutar de comer pan.

A continuación, vamos a detallar las características y las diferencias de cada tipo de pan para que puedas escoger el que mejor se adapte a tus necesidades.

¿Qué tipos de panes existen?

Vamos a dividir los diferentes tipos de panes en dos grandes grupos. Por un lado, por el tipo de elaboración y, por el otro, por el tipo de harina utilizado.

Si nos centramos en los primeros, hay dos formas de hacer el pan. El pan candeal o bregado y el pan de flama. Tal y como cuenta la OCU en su página web, el bregado consiste en pasar la masa de harina y agua por unos rodillos, su miga es compacta y tiene unos pequeños agujeros. En el caso del pan de flama, la masa "se moldea inmediatamente" y así la miga queda "más abierta, más esponjosa".

Por tipo de harina, se pueden utilizar las siguientes:

Pan de trigo

Es el más habitual. La harina de trigo aporta vitaminas A y B, proteínas, grasas, minerales (como el magnesio, el calcio y el potasio), fibra e hidratos de carbono.

Dentro del grupo de los panes de trigo, podemos encontrar el pan blanco, elaborado con harina refinada, y el pan integral, hecho con el grano entero. Este último es mucho más rico en fibra que el blanco.

Pan de centeno

El centeno es un cereal que da al pan un sabor especial -es un poco amargo- y un color característico. La masa de los panes elaborados con centeno es más oscura que la masa de trigo. Por eso, también es conocido como 'pan negro'. Como recuerda la OCU, la norma establece que, para que se pueda llamar pan de centeno, tiene que llevar, como mínimo, un 51% de harina de este cereal. El resto suele ser de trigo.

En cuanto a la información nutricional, este tipo de pan también tiene un alto contenido en fibra y proteínas. Contiene gluten (pero en menor cantidad que el pan de harina de trigo) y ácido fólico.

Otra diferencia con el pan anterior es que este se conserva fresco durante unos cuantos días más.

Pan de avena

La harina de avena tiene como ventajas que aporta menos calorías que la harina de trigo, que ayuda a mantener el colesterol a raya y que es fácil de digerir. Pero atenta, porque si quieres hacer pan, tendrás que mezclarla con otro tipo harina.

La avena está indicada para aquellas personas con estreñimiento, ya que su contenido en fibra también es muy elevado.

Pan de maíz

Una de las características que merece la pena destacar en primer lugar es que este es el pan de los celíacos. La harina de maíz no tiene gluten, así que lo pueden disfrutar sin problemas. Es rico en hidratos de carbono, almidón y vitamina C (además de la A y la B).

Lo reconocerás porque tiene un color amarillento.