LA FIEBRE MUNDIAL POR ESTE ALIMENTO ES LA CULPABLE

Oh oh, ¡el mundo se queda sin aguacates!

El problema no es sólo que el mundo se esté quedando sin aguacates, dado que la demanda creciente internacional ya ha hecho que se incremente la producción en todos los países exportadores, sino que esta hiperproducción está dando lugar a un consumo de agua que el mundo, actualmente, no puede permitirse.

Hincar el diente a un aguacate tiene un precio muy alto, en todos los sentidos. Cocinatis

Uno de los productos que ha vivido un auge espectacular en estos años del boom gastronómico es el aguacate. Relegado hace unos años al ocasional guacamole, que sólo preparaban los más cosmopolitas, en los últimos tiempos el aguacate ha pasado a ser parte fundamental de la nevera de cualquier persona más o menos interesada en la gastronomía. Instagram es un fiel reflejo de esta fiebre por los aguacates a nivel mundial, que toman ahora forma de ensaladas, batidos, sopas, postres, bocadillos y cualquier plato al que el aguacate da, inmediatamente, un toque inigualable de color y sabor.

Lo que la mayoría no sabe es de dónde proceden los aguacates que nos comemos y cómo se cultivan. Pese a que aún no se puede considerar un alimento en peligro de desaparición, es cierto que si la cosa sigue como hasta ahora, y todo indica que así va a ser, ya que se requiere una gran cantidad de agua, actualmente un bien más que preciado en todo el mundo, para producir las toneladas de aguacates que el mundo ha decidido demandar en los últimos tiempos. California, una de las principales zonas mundiales productoras de este alimento, está completamente seca y más lo estará si sigue necesitando los 318 litros de agua necesarios para producir una libra de aguacates, según informa el diario The Independent.

Lo mismo ocurre en Chile, otra de las principales zonas productoras mundiales, mientras que en Mexico los problemas derivados de la producción de aguacates son de otra índole. Al parecer, la mayor parte de la producción se concentra en el estado de Michoacán, controlado desde hace años por el cartel de los Caballeros Templarios. Con este panorama, podemos imaginarnos el escenario: extorsión, mafias y todo tipo de actividades ilegales en relación a un alimento al que ya se conoce en México como "aguacates sangrientos".

Sequía y muerte son, pues, dos palabras vinculadas al consumo mundial de aguacates, cosa que debería, cuanto menos, hacernos replantear nuestros hábitos alimentarios desde un punto de vista ético, pero si esto no es suficiente, asegura The Independent, basta con mirar los precios: a partir de ahora los aguacates van a empezar a ser cada vez más caros.