Los colores y la textura de la fruta

Los mejores trucos para elegir las frutas del verano

¿Sabes cómo escoger las frutas de mejor calidad cuando vas al supermercado?

La textura de la frutaMarie Claire

Seguro que te ha pasado más de una vez: compras un melón o una sandía con una pinta estupenda en el supermercado y cuando lo partes en casa, ¡sorpresa! La pieza está golpeada, tiene desperfectos y su sabor no es todo lo dulce que esperabas. Todos hemos vivido la situación de comprar fruta en mal estado al desconocer su punto de madurez, sobre todo en verano. Por suerte para ti, existen algunos sencillos trucos que pueden ayudarte a saber si una fruta está bien madura y, por tanto, lista para ser comprada – y consumida-. Fíchalos:

Melón: Para saber si un melón está maduro, basta con apoyarlo por la parte en la que se une a la mata, y apretar por la parte contraria. Si la piel cede, significa que el melón está maduro; si no cede, a la fruta todavía le falta tiempo. Otro truco pasa por coger el melón y sacudirlo ligeramente: si se oye un chapoteo o notas que algo se mueve dentro, el melón se habrá pasado y estará deteriorándose. Y recuerda: cuanto más grande sea el melón, más olor emita y más rayas tenga su piel, más dulce será.

Sandía: Debido a su gruesa piel y gran tamaño, comprar una sandía puede convertirse en toda una inversión de riesgo en verano. Para saber si una sandía está madura, el truco más común es darle toquecitos con los nudillos. Si hace un ruido seco, la fruta será de buena calidad. Lo mismo ocurre si en la piel se ve una mancha de color amarillo: significa que esa sandía ha madurado al sol.

Los colores de la sandía | Marie Claire

Melocotón: Los melocotones son otra de las frutas más consumidas en verano. La piel debe ser de tono rosáceo y amarillo, sin partes verdes, contener la “pelusa” característica de esta fruta y no tener golpes, ni cortes. Y cuánto más dulce sea el olor que desprenden, mejor sabrán.

Piña: Si compramos una piña que no esté en su punto de madurez justo corremos el riesgo de que al tomarla esté muy ácida o amarga. Para saber si está madura, hay que prestar atención a la parte inferior de la piña. Si suelta líquido o agua, la piña estará pasada y no merecerá la pena comprarla. Otra clave para dar con una piña madura es coger una de sus hojas centrales y tirar de ella. Si sale con facilidad, la piña estará buena.

Mango: Para elegir un mango maduro debemos valorar su color: cuanto más amarillo esté su piel, más maduro estará. Si además presenta algunas manchitas o puntos marrones y la carne está un poco blanda al tacto, el mango está listo para comer.

Manzana: Las manzanas son una de las frutas más comunes y consumidas. Las más redondas (las verdes, por lo general) suelen ser más sabrosas que las alargadas. Para escoger manzanas maduras (sean de la variedad que sean) asegúrate de que su piel sea tersa y lisa y que no posea zonas descoloridas o de color café: esto es un indicio de que están oxidadas y pasadas.