ALIMENTACIÓN ADECUADA
Entre sus propiedades está el omega-3, aunque la práctica de la acuicultura conlleva algunos contras y puntos polémicos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha declarado este 2022 Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales. El organismo resalta que este es “un importante reconocimiento de los millones de pequeños pescadores, acuicultores y trabajadores del pescado, que proporcionan alimentos sanos y nutritivos a miles de millones de personas y contribuyen a lograr el Hambre Cero”.
Según la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, con datos de 2018, 20 millones de personas se dedican “directamente” a la acuicultura en todo el mundo.
A raíz de esto, nos preguntamos qué hace diferente el pescado de piscifactoría del pescado salvaje y si es verdad lo que se dice que es más 'malo'.
Beneficios del pescado de piscifactoría
El pescado, tanto si es salvaje como de piscifactoría, es un alimento rico en omega-3, vitaminas -A, B y D-, proteínas y minerales como calcio y hierro, entre otros. Así lo afirman desde la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (APROMAR).
Es un producto libre de anisakis, ya que el pienso que se les da para comer no contiene “huevos ni larvas de anisakis”, tal y como afirma la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Así que es ideal para elaborar según qué platos (como sushi, ceviche o ahumado) porque no es necesario tener que congelarlo antes de cocinar.
Desde APROMAR apuntan que tener pescados en estas granjas acuáticas evita dañar el medio marino por tener que pescar más de la cuenta, ya que durante los últimos años ha aumentado la demanda de pescado y marisco.
“La acuicultura puede ser más ecológica”
Así lo constata la OCU si se compara con ciertos tipos de pesca tradicional, puesto que en estos casos se desperdician muchos kilos de pescado. Ahora bien, la acuicultura se tiene que practicar “adecuadamente” e instalarse en zonas apropiadas para tener productos de calidad y saludables para el consumidor.
Además, tiene que ser “respetuosa con el medio ambiente” y se tiene que “regular la eliminación de desechos”.
Puntos polémicos
Este último punto es una de las polémicas relacionadas con la acuicultura. La OCU admite que el hecho de estar los pescados en una área cerrada, puede perjudicar la calidad del agua a causa de los residuos orgánicos y “la comida no consumida” que se van acumulando y “no puede excluirse el riesgo” de que estén contaminados.
Esto puede hacer “enfermar” a los peces y tener que utilizar antibióticos. Esta práctica está permitida, pero con unos controles sanitarios muy estrictos para que el pescado, una vez llegue a las tiendas y mercados, esté “libre” de este medicamento y sea seguro para los consumidores.
Otro tema polémico del cual la OCU se hace eco es el hecho de pesca masiva de especies “no comestibles para el hombre” que se emplean para “fabricar piensos”. Y pone este ejemplo “se precisan hasta cinco toneladas de dichos peces para obtener una tonelada de ejemplares de acuicultura”.
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