CEREALES
¿Todas las harinas sirven para todas las recetas? ¿Hay harinas mejores que otras? ¿Son mejores las harinas sin gluten? Todas las respuestas, en este artículo.
La harina es un polvo fino de cereal molido, pero también de otros alimentos que sean ricos en almidón. Existen tantos tipos de harinas como cereales y legumbres, trigo, centeno, guisante, patata, lentejas… la lista es infinita.
Pero al final terminamos usando siempre la de trigo. Ciertamente es la más utilizada en repostería. Uno de los motivos es el gluten, proteína que se encuentra no sólo en el trigo sino también en la cebada, centeno, triticale y sus derivados.
¿Qué aporta el gluten?
El gluten es el que aporta elasticidad a la masa y aporta consistencia y esponjosidad. Pero también es la responsable de que el sistema inmunitario de las personas con enfermedad celíaca detecte estos fragmentos como tóxicos provocando efectos adversos. También sufrirán respuestas adversas diferentes a las de la celiaquía quienes tengan sensibilidad al gluten no celíaca o alérgicos al trigo.
Para todos ellos, hablar de harina de trigo, cebada o centeno les hace temblar, y con razón.
¿Qué alternativas existen a las harinas con gluten?
Por eso, si queremos estar seguros de que no hay presencia, debe disponer del logo oficial de FACE que garantiza que no hay menos de 20 ppm de gluten. El símbolo es azul con una espiga cruzada por una barra y un dígito de control debajo. Esa es la mejor garantía.
Para los adultos no hay problema, pero las recomendaciones en niños siempre son más estrictas. No obstante, todo el arroz y sus harinas tienen controles apropiados que garanticen cantidades no perjudiciales.
Esto sólo es una pequeña muestra de harinas sin gluten, pero no es necesario ser celíaco para probarlas. Aún con todo, no podemos dejar de decir que ninguna harina tendrá ni de lejos las propiedades de su alimento matriz, por eso siempre será mejor priorizar el uso de los propios alimentos (y mejor aún, en el caso de los cereales, si son integrales).