El pollo, no; la lechuga de bolsa, sí
La Agencia de Seguridad Alimentaria del Reino Unido acaba de recordar que no es conveniente lavar el pollo bajo el grifo antes de cocinarlo. Repasamos otros alimentos para ver si es menester que pasen por el chorrazo antes de ir a la sartén.
Hola amigos y amigas. En su vocación de servicio público, Cocinatis se hace eco de la reciente controversia causada por la recomendación de la Agencia de Seguridad Alimentaria británica de no lavar el pollo debajo del grifo antes de cocinarlo. Nosotros jamás lo habíamos hecho hasta ahora, peor resulta que hay gente que lleva años aguando el pollastre antes de llegar a la sartén.
Lo que la agencia afirma es que con el agua solo contribuimos a extender la bacteria 'Campylobacter', que puede acabar en el fregadero, en nuestra piel o en otros utensilios de cocina. Cada año, 280.000 británicos se ven afectados por intoxicaciones relacionadas con esta bacteria, por lo que la cosa no va en broma. Por si acaso, repasamos otras cuestiones controvertidas para que comprobeis si estáis en el buen camino o si arriesgais vuestra vida a diario.
Lavar la carne roja. NO. No se debe hacer por motivos análogos a los del pollo. Si no queremos que nuestra cocina se convierta en la fiesta de bacteria, pues mejor evitarlo. Por otro lado, la carne roja pierde sangre al pasar por el grifo, lo que la deja más reseca.
Lavar el pescado. SÍ. Si el pescado viene con la tripa, necesitaremos pasarlo por el agua para quitársela y dejarlo limpio y apto para el consumo.
Lavar frutas y verduras. SÍ. Especialmente en el caso de que vayamos a comerlas en crudo y con la piel. Hay que recordar que muchas pueden venir con inquilinos, como en el caso de los gusanos u orugas que encontramos en las lechugas. En las de verdad, no en las que parecen de corcho.
Lavar frutas y verduras de bolsa. SÍ, TAMBIÉN. A ver, ya sabemos que en la bolsa suele poner "lista para comer", pero, aunque haya pasado innumerables controles, no le pasa nada por pasar un segundo por el grifo. Servidor de ustedes encontró una vez en una bolsa de lechugas (comprada en el extranjero) ¡un caracol!
Lavar el queso. SÍ. Aunque no solemos hacerlo, en el caso de los quesos curados, por ejemplo, es muy recomendable. Otra cosa: cuando la superficie de alguno se enmohece es perfectamente aceptable ponerlo bajo el grifo para quitarle esa capa desagradable. Mucho mejor esto que acabar tirando el queso.
Lavar alimentos que puedan tener arenilla. HAY QUE LAVARLOS, PERO NO BAJO EL GRIFO. Patatas, champiñones, almejas o navajas: todos son iguales ante la ley. Hay que quitarles la arena dejándolos en remojo con un poco de limón para que queden realmente limpios. Si no hacen "crec" al morderlos es que todo va bien.
Lavar huevos. SÓLO SI LOS VAMOS A CONSUMIR INMEDIATAMENTE. Los huevos tienen una protección natural antibacterias, de modo que solo hay que lavarlos si se van a comer al instante. De otra manera, estaremos dejándolos desguarnecidos frente a posibles contaminaciones. Nada de guardar días en el frigo un huevo cocido que ya haya pasado por el grifo.
"Lavar" alimentos congelados. NO, NO Y NO. Eso de "lavar" los congelados no existe. La gente lo hace para descongelar en tiempo exprés un filete o unas croquetas y es un error de los gordos. Te estás cargando la cadena de frío, chaval. Mejor que descongele a su aire en el frigo.