SALSA SALUDABLE
Completa tus recetas con esta salsa tipo ketchup llena de beneficios.
Cuando nos apetece una buena ración de patatas fritas, pero no queremos saltarnos la dieta, optamos por la freidora de aire o el horno para obtener un resultado crujiente sin necesidad de freír.
Pero, muchas veces, las calorías que nos ahorramos con estas fórmulas de cocinado sin aceite, las terminamos añadiendo con las salsas que usamos para acompañar este tubérculo.
Por eso, desde NovaMás, hoy os traemos una receta de ketchup saludable hecha a base de remolacha. A pesar de que no seas una amante de esta raíz, prometemos que te va a gustar.
Ingredientes
Ingredientes opcionales
Elaboración
1. Primero, corta la remolacha en trozos -no hace falta que sean muy pequeños, ya que luego lo vamos a triturar todo-.
2. A continuación, cocínala a fuego medio durante 20 minutos.
3. Mientras tanto, pica la cebolla y sofríela -para no pasarte con el aceite, échale agua si ves que se tuesta demasiado-.
4. Una vez cocinados estos dos ingredientes, introdúcelos en la minipimer y añade 3 cucharadas de vinagre de manzana, una pizca de sal, una pizca de pimienta y dátiles al gusto -según lo dulce que desees que esté-. También puedes cambiar este último ingrediente por cualquier otro endulzante natural.
5. Tritúralo todo y ¡listo! Puedes consumirlo caliente o dejarlo unas horas en la nevera para que esté fresquito.
6. En cuanto a los ingredientes opcionales, añade clavo y cilantro para una versión más refrescante o canela si quieres que esté aún más dulce.
Combínala con alioli
A pesar de que nos hemos centrado en las patatas fritas, esta salsa combina de maravilla con fritas de boniato, tiras de pollo o verduras salteadas. Prueba de combinarla con alioli casero para conseguir un resultado que te quitará las ganas de comer fast food.
Aunque, ¡cuidado! Para conseguir el alioli de verdad no debes usar ni huevo ni mayonesa. Tan solo ajo, aceite de oliva, media cucharadita de zumo de limón y una pizca de sal.
Los beneficios de la remolacha
La remolacha es una raíz que nos aporta muchos nutrientes. Es baja en grasas, rica en fibras, hierro, antioxidantes, potasio y vitaminas del grupo B.
También es rico en flavonoides, pigmentos naturales que le dan su color tan característico. A pesar de que no existen milagros, se cree que una alimentación equilibrada, basada en muchas frutas y verduras que contengan estos pigmentos, puede prevenir la aparición del cáncer.
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