REJUVENECE TU PIEL Y EVITA LA APARICIÓN DE ENFERMEDADES
¿Quieres combatir el efecto de los radicales libres? Ayuda a tus células a librar la batalla contra el envejecimiento… ¡comiendo!
Seguro que habrás escuchado un millón de veces la expresión ‘estrés oxidativo’. Cuando la oímos en una de nuestras múltiples visitas a los grandes almacenes asentimos como si supiéramos de qué está hablando la dependienta que nos intenta vender esa nueva crema infalible. Ya no tendrás que fingir más.
¿Qué es el estrés oxidativo?
Un desequilibrio en nuestro organismo entre sustancias oxidantes y antioxidantes que provoca un aumento de la oxidación de nuestras células.
¿Qué lo produce?
Los radicales libres que genera nuestro cuerpo por reacciones del metabolismo y los que provienen de nuestra alimentación, el tabaco, el alcohol, los medicamentos… Y, aunque es un término que asociamos al envejecimiento de las células de la piel, también aumenta el riesgo de sufrir enfermedades como el cáncer, problemas cardiovasculares y deterioro cognitivo. Para recuperar el equilibrio y prevenir todas estas alteraciones hay una solución: ¡a comer!
Fruta, fruta y fruta
Sí, nunca nos cansaremos de repetirlo. ¿Quieres una piel más joven? Ya tienes la excusa perfecta para tomar este delicioso producto.
¿Qué tipos te interesan más?
Sobre todo los que contienen más cantidad de vitamina C y E y de resveratrol. Así que comienza a incluir en tus yogures de media mañana un puñado de arándanos o moras, toma uvas a la hora de la merienda y añade a tus postres cualquier fruto del bosque. Si no eres capaz de tomarla entera, saca tu batidora del armario y apúntate a la moda de los zumos y ‘smoothies’.
Cambio de guarnición
No hay mejor compañero para un buen filete de carne que unas patatas fritas. ¿O sí? Si no puedes comer un plato de verduras de primero, intenta incluirlas en el segundo. ¿Cuáles tienen mayor poder antioxidante? El brécol y las espinacas. Antes de poner esa cara de asco queremos que sepas que el odiado brécol contiene más vitamina C que la naranja y más calcio que los lácteos.
Benditas legumbres
Aprovecha estos días de frío para cargarte de antioxidantes con un buen puchero de lentejas o judías pintas. Tienen vitamina C, folatos, zinc, calcio… Para conseguir un potaje muy completo, añade espinacas.
¿No te gustan los platos de cuchara? Hazte con unos frijoles y prepara un rico plato mejicano.
Disfruta del picoteo sano
¿Sabías que los frutos secos y los cereales también son ricos en antioxidantes? No te olvides de llevarte un puñado de nueces o almendras para tomar a media mañana y acompaña tu yogur de la merienda con avena. Además de acabar con esa sensación de ansiedad y hambre, sumarás nutrientes a tu dieta.
Es la hora del pescado
Solomillos, hamburguesas, albóndigas… ¿te consideras un verdadero apasionado de la carne? Es el momento de que incluyas un poco de pescado en tu alimentación. ¿Por qué? Las grasas saludables, como el Omega 3, que contienen el salmón o el atún, también tienen poderes antioxidantes. Además, es un alimento mucho más digestivo para la hora de la cena.
¿Todavía no bebes té verde?
Si aún no te has apuntado a esta bebida, ya estás tardando. Además de todos los beneficios que ya habrás escuchado que tiene, sí, también es rico en antioxidantes. Contiene fitonutrientes y catequinas que retrasan el envejecimiento celular. Así que, además de tu copita de vino a la hora de la comida, también tienes que tomar una taza de té en la merienda.
Adereza tus comidas
Damos por hecho que usas en tus platos el producto estrella de la dieta mediterránea: el aceite de oliva.
Nuestro oro líquido tiene gran poder antioxidante gracias a las grasas saludables que proporciona. Pero también puedes aumentar este efecto con ciertas especias como el ajo, el orégano, el clavo o la canela. ¡Suma sabor y antioxidantes!