POSTRE SALUDABLE
La textura final de este helado es asombrosa: queda cremoso y con un sabor diferente al de los helados tradicionales. Sigue el paso a paso de esta fácil receta en el siguiente vídeo.
No necesitas ningún aparato de cocina especial para hacer tus propios helados en casa. Sin heladera y con muy pocos ingredientes vas a poder disfrutar de un postre fresco y delicioso en muy poco tiempo. De hecho, con esta receta vas a poder disfrutar del helado al instante, sin necesidad de esperar horas ni remover constantemente para que no se cristalicen.
Si no te gusta el mascarpone, que es muy cremoso y dulce, puedes optar por otras cremas de queso más ácidas. No obstante, te animo a que pruebes la receta tal qual antes de elegir nuevos ingredientes.
En cuanto a la fruta, las fresas combinan muy bien y le dan un toque muy especial. Pero si no tienes o prefieres otras, puedes incorporar frambuesas, arándanos o moras. Cualquier fruto rojo servirá y hará el mismo efecto a nivel de textura y sabor.
Esta receta no contiene nada de azúcar y, cuando la pruebes, verás que no es necesario en absoluto. La gracia del sabor que se consigue es que no es dulzón como el de los helados tradicionales.
No obstante, si quieres le puedes añadir una cuchara de miel pura o medio plátano.
Un consejo final antes de que te pongas a preparar este fácil helado casero saludable: para conseguir la textura idónea congela antes las fresas o usa un paquete de fresas congeladas que venden en todos los grandes supermercados.
Para el helado:
Para la decoración:
1. Un día antes debes lavar las fresas y cortarlas a trozos. Si no lo has hecho, usa una bolsa de fresas congeladas que encuentres en el súpermercado.
2. Guárdalas en una bolsa hermética y déjalas unas 8 horas en el congelador.
3. Es muy importante que antes de integrar los ingredientes, te asegures de que el mascarpone esté frío.
5. Integra los dos ingredientes con una batidora de mano o de vaso. Es importante que mires como es la textura, ya que debes batir lo justo para obtener un helado cremoso, pero no muy líquido.
6. Puedes servir el helado en vasitos o en copas.
7. En cuanto a la decoración, puedes optar por fresas, nueces, chips o, incluso, nata montada.
¡Listo para disfrutar en la mejor compañía!