LO HARÁS EN UN PLIS
Hacerte yogur en casa tiene numerosas ventajas, desde medioambientales a nutricionales, ya que los procesos industriales hacen que por el camino se pierdan numerosos nutrientes. Además, es muy fácil y lo será aún más si utilizamos la yogurtera. Si la tienes, desempólvala, y si no, no pasa nada: pueden hacerse perfectamente yogures sin ella.
Ingredientes:
- 900 ml de leche.
- Un yogur natural sin azúcar.
- 100 ml de nata.
Elaboración:
- Mezcla el yogur con 50 ml de leche y reserva esta mezcla en un lugar fresco y seco.
- Mezcla en un cazo, al fuego, el resto de la leche y la nata hasta conseguir una temperatura de 40-45º. En el caso del yogur la temperatura es muy importante: no nos podemos pasar porque, de hacerlo, mataremos las bacterias, pero tampoco podemos quedarnos cortos. Por este motivo es importante tener un termómetro de cocina, que se puede adquirir por poco dinero en cualquier tienda de objetos para cocinar.
-Saca la mezcla del fuego y añade el yogur con la leche que habías reservado previamente. Mezcla todo y asegúrate de que no quedan grumos.
-Coloca la mezcla en pequeños vasos de vidrio o barro y tápala con papel de aluminio.
-Durante las siguientes 8-10 horas, los yogures tienen que mantenerse con calor. Una opción es precalentar el horno durante unos minutos a unos 60º y aprovechar el calor residual para los yogures. Hay quien escoge un radiador (siempre que esté encendido toda la noche) o incluso una manta eléctrica.
- Pasado este tiempo, sacad los botes de yogur de la fuente de calor y guardarlos en la nevera. Ja estarán listos para comer cuando se enfríen.
- A partir de aquí las combinaciones son infinitas: frutas frescas, miel, mermelada, frutos secos, cereales... Lo que más te guste será ideal para comer con un yogur casero.