EVÍTALOS SI QUIERES ABANDONAR ESTE HÁBITO
Hay numerosos alimentos y bebidas cuyo consumo va a activar prácticamente de inmediato nuestras ganas de fumar. Evítalos si quieres dejar atrás este hábito, especialmente las primeras semanas.
Hablamos mucho de los alimentos relajantes, aquellos que calman la ansiedad y cuyo consumo reduce las ganas de fumar y, al fin, de hacer prácticamente cualquier cosa compulsivamente. Del mismo modo que existen alimentos que nos van a ayudar si nos hemos embarcado en la tarea de abandonar el tabaco, otros van a ser nuestros principales obstáculos para que ganemos la batalla. De hecho, los estamos consumiendo a diario sin saber que nos empujan a fumar de forma casi compulsiva cuando, en muchas ocasiones –párate a pensarlo– el cuerpo no te pedía nicotina antes de comerlos. Son estos:
1) El café. La asociación entre café y tabaco no es solo un hábito social, sino también una reacción de nuestro cuerpo ante el consumo de cafeína. La cafeína presente en el café crea ansiedad, de manera que nos impulsa a fumar de inmediato. Un truco para abandonar el hábito es dejar de tomar café después de las comidas, y sustituirlo por alguna bebida relajante como una infusión. Si incluso ésta nos da ganas de fumar, los expertos recomiendan levantarse nada más acabar de comer, lavarse los dientes y buscar una ocupación que nos mantenga entretenidos. Tal vez ha llegado el momento de buscar un nuevo hábito diario al que nos podamos dedicar, por norma, durante 15 minutos después de las principales comidas, justo en el momento en que antes fumábamos un cigarro. ¿Y si te pones a tejer una bufanda o cualquier otra manualidad? Verás como funciona.
2) Bollería. Y no hablamos solo de la industrial, ya que la casera lleva también, en líneas generales, gran cantidad de azúcares refinados que conviene evitar. La subida inmediata de insulina en nuestro organismo incrementará las ganas de fumar, y la sensación de saciedad que provocan es efímera, de manera que en cuanto baje el pico de insulina volveremos a tener una sensación de ansiedad indefinible que nos hará o seguir comiendo o echar mano de un cigarro. Cuando el cuerpo nos pida dulce lo mejor es recurrir a los endulzantes naturales: un bol de yogur con frutas y frutos secos o un buen zumo o 'smoothie' serán buenas alternativas.
3) Alcohol. Es importante reducir su consumo para controlar las ganas de fumar, así que al menos al principio recomendamos optar por infusiones relajantes o zumos de frutas naturales, pues los artificiales llevan grandes cantidades de azúcar.
4) Parece una perogrullada, pero desde luego lo que tenemos que evitar es no comer nada. Muchas personas, cuando dejan de fumar, se ponen también a dieta por miedo a engordar al dejar el hábito, y acaba siendo peor el remedio que la enfermedad. La ansiedad que provoca la dieta sumada a la que nos provoca dejar de fumar acaba siendo contraproducente y nos lleva, en muchas ocasiones, a acabar volviendo al tabaco con mucha más fuerza. No te pongas a dieta, pero tampoco te entregues a los dulces: apuesta por el consumo de frutas frescas y verduras, y sobre todo de cereales integrales. Al ser de absorción lenta, el arroz, pasta o pan integral harán que nos sintamos saciados durante más tiempo y mantengamos controlados nuestros accesos de ansiedad.
5) Carne. Aparte de que las carnes rojas son muy grasas y, por tanto, se recomienda comerlas esporádicamente, en el caso de los fumadores esta premisa es todavía más importante. Según un estudio de la Universidad Duke de Carolina del Norte, existen alimentos que "mejoran" el sabor del tabaco, y entre ellos se encuentran la carne, el alcohol y el café, mientras que otros, como las frutas, las hortalizas y los lácteos, lo "empeoran".