85% DE CARNE
La Organización de Consumidores y Usuarios ha analizado cuál de estos embutidos tiene mejor calidad/precio.
El jamón cocido (dulce o de York, para algunos), es uno de los embutidos más populares de nuestro país y el protagonista de la mayoría de desayunos y meriendas. Su sabor suave hace que recurramos a él cuando estamos a dieta o cuando nos encontramos mal y no queremos comer nada fuerte.
Su consumo es tan habitual, que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado una noticia en la que recuerdan que no es tan saludable como parece, ya que contiene mucha sal y grasa.
Además, el jamón cocido nunca es 100% carne, por lo que puede que a tu bocadillo le estés añadiendo ingredientes extra como almidón y azúcares.
Los aditivos y la calidad de la carne son otros aspectos que señala la OCU a la hora de determinar si un jamón cocido es más o menos bueno.
¿Cuál es el mejor jamón cocido?
Para ahorrarte trabajo, esta organización ha comparado 25 jamones cocidos de categoría extra y ha determinado cuál es el mejor jamón cocido de supermercado, tanto por su calidad como por su precio.
En su estudio, han analizado el perfil nutricional de estas marcas, buscando cuáles tienen menos sal o grasas. También han tenido en cuenta el porcentaje de proteínas de calidad y cuáles tienen mayor porcentaje de carne, así como qué tipo de aditivos se han usado para elaborarlo.
Y como el sabor es muy importante, un equipo de expertos los ha degustado y analizado su aspecto, color, sabor y textura.
Tras elaborar un listado con la calidad de cada jamón cocido de categoría extra, la OCU los ha comparado según su precio, cuya media supera por poco los 13 euros el kilo.
Con todos estos aspectos analizados, esta organización ha determinado que hay dos marcas de este embutido que son mejores que el resto por su buena relación calidad/precio:
Ambos se venden en packs de dos y tienen un 85% de carne.
¿Cómo se hace el jamón cocido?
De la pata trasera del cerdo podemos obtener jamón curado o cocido, dependiendo del tratamiento que se le dé a la pieza. Para conseguir el segundo, la carne se cuece -como el nombre indica- y se le inyecta salmuera para compensar la pérdida de agua durante la cocción.
A este proceso también se le tiene que sumar la inyección de otros ingredientes que hacen que el jamón cocido tenga ese sabor tan característico y sea de color rosa.
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