Un truco increíble

Este es el gesto con el que miles de personas han dejado de picar entre horas

Aunque parezca ciencia-ficción, hay un alimento del tamaño de una uña que puede hacernos abandonar el gocheo.

¿Cómo dejar la comida basura? Hay una solución.Pxhere

¿A quién no le gusta picar entre horas? Echar mano de una bolsa de patatas, mordisquear una galleta, comer un trocito de queso... Eso sí, luego vienen los "ay, Dios mío" y los "¿quién me manda a mí?". Tal cual. Dejad de lamentaros, porque aquí llega una solución casi milagrosa y que os va a dejar estupefactos. La clave es comer una pasa. Una sola pasa. Una.

¿Así de fácil? Pues aparentemente, sí. Leslie Korn, experta en salud mental y nutrición, lo dice en su libro 'The good mood kitchen', aunque los gurús del 'mindful eating' lo llevan proclamando desde hace años. El proceso es el siguiente: cogemos una pasa, la observamos detenidamente, la olisqueamos y nos la metemos en la boca. Pasamos la pequeña fruta desecada por nuestros dientes y lengua para apreciar lo peculiar de su superficie. La mordemos y la masticamos lentamente. La tragamos poco a poco y entonces comenzamos a preguntarnos a nosotros mismos si realmente necesitamos comer algo o era solo un antojo puntual.

El fantástico efecto de comerse una sola pasa. | Pixabay

Según Korn, el ejercicio de la pasa nos ayuda a mantener el control sobre nuestras necesidades reales y a preguntarnos qué es lo que nos pide el cuerpo exactamente. Dicho de otra forma, hace que nos frenemos antes de ir a por la bolsa de patatas como posesos... La explicación científica, en palabras de Korn, es que, de esta forma, estimulamos una respuesta de relajación química llamada dominancia parasimpática. En ese estado, se reduce el ritmo del corazón, la respiración se hace más lenta y los niveles de un neurotransmisor anti-ansiedad llamado GABA aumentan, dando como resultado un frenazo en el antojo.

Sí, ya nos imaginamos que os estaréis preguntando el porqué de una pasa y no otra fruta. Korn reconoce que recomienda usar una pasa porque su sabor y textura son "dinámicos" (ay, esas arruguitas), pero admite que un pequeño mordisquito de casi cualquier cosa podría funcionar. Y sí, suponemos que el chocolate podría entrar en esa categoría, pero tiene que ser solo una pequeña onza...