SE COMERCIALIZA EN 11 PANADERÍAS DE HELSINKI
Hace unos años que la legislación permite la comercialización de insectos en la Unión Europea, con ciertas restricciones todavía, de manera que podamos disfrutar de las ventajas nutricionales y organolépticas de saltamontes, grillos, hormigas y demás fauna diminuta. Los finlandeses ya se han puesto las pilas y han creado el pan de grillos: se llama Sirkkaleipä.
Desde que se abrió la veda para comercializar insectos en la Unión Europea, los países nórdicos han ido a la cabeza en la materia. Hace años que la gente del Nordic Food Lab, un laboratorio gastronómico ubicado en Dinamarca, creado por el chef de Noma René Redzepi, dirigido por el italiano Roberto Flore e institución líder en I+D gastronómica en Europa, investiga las múltiples posibilidades de estos animales en la alimentación. Los insectos son baratos, nutritivos y son una fuente de proteínas sin parangón. Las hormigas, por ejemplo, tienen un ligero gusto cítrico, muy agradable, que en unos años podrá ser perfectamente el complemento ideal de nuestras vinagretas y de muchos otros platos. Los grillos, por su parte, funcionan de maravilla en sopas, y también han demostrado dar lugar a un pan fantástico. Un pan que se comercializa ya en once panaderías de Helsinki y que lleva por nombre Sirkkaleipä. Al parecer, la cadena tiene intención de venderlo en los 47 establecimientos que posee en todo el país, pero de momento no cuenta con la harina de grillo suficiente.
Este pan ha sido creado por la cadena de panaderías finlandesa Fazer, y además de harina de grillo contiene harina de trigo, centeno, semillas de girasol y sésamo. Pero, ¿qué entendemos por harina de grillo? El resultado de moler un total de 70 grillos secos, cantidad que contiene cada barra de Sirkkaleipä. Sus responsables llevan meses trabajando en esta pieza consistente (y muy sabrosa, dicen quienes la han probado), que presenta una corteza crujiente y una masa consistente y de un colón marrón intenso. Su precio ronda los 4 €, lo que pone de manifiesto la excelente relación calidad-precio de los insectos si tenemos en cuenta sus múltiples propiedades.
De hecho, hace tiempo que la FAO recomienda la cocina a base de insectos, ya que son muy sanos, presentan un altísimo contenido en proteínas y minerales y cuentan también con la vitamina B12. Además, su crianza requiere mucho menos espacio y dinero y, al parecer, producen pocos gases de efecto invernadero.
Al fin, como indica el director del Nordic Food Lab, Roberto Flore, de cuyas manos tuvimos la suerte de probar un caldo de grillo en una ocasión, la cocina con insectos ha estado presente en Europa, al margen de la ley, desde tiempos inmemoriales. Un buen ejemplo es el Casu Marzu, un popular queso sardo elaborado con gusanos de consumo habitual en muchos hogares de la isla. El propio Nordic Food Lab comercializa desde hace años, de hecho, en colaboración con la Cambridge Destillery, la popular Anty Gin, una ginebra con hormigas que podemos adquirir a un precio de 250 €.