Cómo preparar la tarta de chocolate de la película 'Matilda'
Llevaba sin comerse desde 2008
Jo, no sé si os acordáis de 2008. Fue el año en el que descubrimos lo de la crisis económica, Justin Bieber era un total desconocido y no, no había whatsapp. ¡NO HABÍA WHATSAPP! Pues bien, en ese año que ahora nos parece como de la prehistoria, hubo una mujer, Jennifer Lovdahl, quiropráctica estadounidense que trabaja en Achorage, que decidió comprar un Happy Meal y guardarlo sin tocarlo.
Ahora, acaba de desvelar seis años después, qué tal va ese Happy Meal. Tras seis años compartiendo oficina con él, el paquetito, que tiene publicidad de Alvin y las ardillas (que se estrenó precisamente en 2008), está igual tanto por fuera... como por dentro. Si echamos un vistazo a las imágenes que Lovdahl ha compartido en su cuenta de Facebook podemos ver unas patatas y unos nuggets de pollo rebozados que, sí, están intactos.
La propia Lovdahl confirma que el único olor que despide es el del cartón de la caja en la que viene el Happy Meal. Ni se ha descompuesto, ni tiene moho ni se ha podrido. Eso sí, la quiropráctica no se ha animado a probarlo y tampoco tenemos noticias de en qué estado se encuentran el juguete o el resfresco que (suponemos) debían ir dentro también.