Desde Gijón con amor
Hay muchas fabadas en el mundo, pero muy pocas que merezcan el título de mejor fabada del mundo. Y esta de la que os vamos a hablar es una de ellas, la del restaurante-sidrería Los Pomares, de Gijón.
La fabada de Los Pomares Ganó el año pasado el concurso al que se presentaron 80 establecimientos de toda España, que fueron visitados de forma anónima por los miembros de un jurado que la escogieron finalmente para que defendiera el título de Mejor Fabada del Mundo 2015. Su reinado acaba el 5 de abril, cuando se elija otra vencedora, pero su sabor es tan largo y profundo que puede presumir de galardón por los tiempos de los tiempos.
La prepara Pili Ramos con fabes de la granja, de la zona de Les Mariñes, en el tramo de costa que hay entre Gijón y Villaviciosa. Son unas alubias enormes, sin piel, tiernas, casi melosas tras pasar casi cinco horas en una olla con chorizo, morcilla, lacón y panceta y tocino 100% ibéricos de bellota. Nada más. "Ni sofritos ni aceite. Ah, y solo productos de primera clase", señala Pili con una sonrisa con la que parece esconder algún secreto de la receta de esta fabada "concentradina y hecha al tran tran".
Al no llevar sofrito, se digiere de maravilla. No es nada pesada, y eso que es contundente. El sabor también es maravilloso. Un puntito picante, nada agresivo, más bien adictivo (acabas el plato y vuelves a la olla a por más, y más, y más), lo que incluso ayuda a digerir mejor una fabada que en Gijón conocen bien antes de que hiciera con el título mundial. Y eso que Los Pomares no está en el centro de la ciudad, sino junto al Palacio de Justicia y la estación de Renfe, en un barrio popular, y el restaurante no tiene ínfulas y es de lo más auténtico. Tragaperras, televisiones colgadas en la pared, el suelo con restos de sidra escanciada...
Y si alguien quiere comer bien pero no le tira la fabada (se arrepentirá si no la prueba, palabra), que pida unos calamares en su tinta, y que descubra hasta qué punto pueden tener un sabor tan increíble (porque cuesta creer que sea tan poderoso). O que pregunte por las cremosas croquetas de queso emmental y coliflor, esas que tanto gustan a los niños y mayores que odian la coliflor. O que opte por alguno de los pescados frescos o mariscos que hay en las vitrinas y elija cómo comerlo: al horno, a la plancha, 'amariscao'...
Pili es joven, tiene 40 años, pero cocina con una sabiduría ancestral que le ha hecho ganar varios reconocimientos, además del de Mejor Fabada del Mundo 2015 y el Premio de la Crítica Gastronómica de Asturias 2013, entre muchos otros, con los que ha entrado por la puerta grande del selecto Club de Guisanderas de Asturias. Aunque lo suyo tiene que ver más con la brujería o la alquimia: entra en la cocina y, tachán tachán, todo es magia y potaje.
Los Pomares. Avenida Portugal, 68 (Gijón). Teléfono: 985 354 607.