Todas son malas, pero esta...
El alcohol, en general, le pasa factura a tu piel. Y entre todas las bebidas, hay una que es la que más daño le hace.
Tradicionalmente, se ha hablado del chocolate, de la comida picante, de los embutidos.. como alimentos que empeoran la situación de aquellas personas que tienen acné. Pero lo cierto es que los estudios han terminado por sembrar dudas y, al final, cada caso es distinto individualmente. Pero, ojo, porque también hay bebidas que hacen que granos y espinillas se 'enrabieten'. Son, en general, las que tienen contenido alcohólico.
Hay varias maneras en las que alcohol puede hacer que el acné empeore. Uno de los efectos más sonados es el de actuar como detonante a la hora de provocar cambios en los niveles hormonales. El consumo de alcohol puede aumentar los niveles de testosterona y estrógeno. Cuando aumentan los niveles de hormonas, las glándulas sebáceas pueden producir más sebo, lo que puede obstruir los poros y causar un brote.
El alcohol también favorece el crecimiento de bacterias. Los estudios han demostrado que la cutibacterium acnes (una bacteria que reside en los folículos pilosebáceos y contribuye a la respuesta inflamatoria en el acné común) metaboliza el alcohol y lo usa como combustible, lo que puede afectar la piel propensa al acné, haciendo que su situación empeore notablemente.
Otro de los efectos tiene que ver con la inflamación. El aumento de los niveles de citocinas (que envían mensajes a las células inmunes para combatir las sustancias nocivas que penetran en el cuerpo, como las bacterias) puede predisponer a las personas a desarrollar acné y desempeñar un papel importante en las primeras etapas de la formación del mismo.
Pero es que, además, se ha acabado concluyendo que, incluso en el caso de las bebidas alcohólicas, hay una cierta gradación respecto a su capacidad de empeorar el acné. En concreto, es el vino tinto el que se señala como peor por su tendencia a empeorar el enrojecimiento y el manchado y es particularmente negativo si el paciente sufre de rosácea. Junto al efecto vasodilatador del alcohol, común tanto al vino tinto como al resto de bebidas con graduación, se encuentra su contenido en azúcar que sobrecarga el hígado y que se transforma en grasa difícil de eliminar y que, por tanto, hace que una piel acneica empeore su aspecto. En caso de sufrir este problema, mejor renunciar al vino, pero también a cócteles o combinados, durante una temporada.