BENEFICIOSAS PARA LA SALUD
A pesar de no gozar de demasiada buena fama, las castañas esconden múltiples beneficios para la salud. Descubre por qué deberías comerlas este otoño.
Llega el otoño y con él, uno de los frutos secos más famosos y característicos de esta época del año: las castañas. Sin embargo, a pesar de estar tan buenas y ser tan nutritivas, muchas personas no las consumen porque piensan que tienen demasiadas calorías y pueden engordar. ¿Pero qué hay de cierto en esta creencia? ¡Nada!
Al contrario de lo que se pudiera pensar, las castañas no son el fruto seco que más engorda. De hecho, pueden contribuir a la pérdida de peso: unos 100 gramos de este alimento solo aportan 190 calorías y contienen unos 5 gramos de grasa, por los 45 gramos que suelen tener otros frutos secos. Alrededor de la mitad de la composición de las castañas es agua, y además, éstas aportan buenas cantidades de ácidos grasos omega 3 y omega 6. ¿Necesitas más razones para incluirlas en tu dieta ahora que llega el frío? Estos son los beneficios que aportan las castañas:
Ricas en fibra
Las castañas asadas contienen mucha fibra, lo que favorece el tránsito intestinal. Pueden, por ello, contribuir a prevenir el estreñimiento y diversas dolencias y enfermedades del intestino grueso, como la diverticulosis.
Saciantes
Al ser ricas en fibra y al poseer hidratos de carbono complejos, las castañas son alimentos muy saciantes que no disparan los niveles de azúcar ni de insulina en sangre. Por este motivo se pueden incluir, sin excederse, en dietas adelgazantes.
Ricas en vitamina B
Las castañas son ricas en vitamina B, un nutriente que contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso, que refuerza las defensas y que ayuda a mejorar el aspecto y textura de la piel.
Fuente de minerales
Las castañas son ricas en potasio, lo que es bueno para los riñones, para evitar la retención de líquidos, para evitar la hipertensión y para favorecer la asimilación de las proteínas. También son ricas en hierro, por lo que mejoran los casos de anemia ferropénica o de cansancio y fatiga. Por último, también contienen calcio, magnesio y fósforo, minerales que fortalecen y mantienen en óptimas condiciones los huesos y los dientes.
Cardioprotectoras
Como otros frutos secos, las castañas tienen grasas insaturadas saludables y nos aportan ácidos grasos omega 6 y omega 3 en buena proporción. Tampoco contienen colesterol, por lo que son alimentos beneficiosos para el sistema cardiovascular.
¿Cómo tomarlas?
Las castañas se pueden tomar crudas, cocidas o asadas. La manera en la que se cocinan y se comen las castañas afecta a su contenido nutricional y, en particular, a la proporción de proteínas, fibra, y minerales que aportan. Las castañas asadas contienen más aminoácidos, minerales y fibra que las castañas cocidas, aunque estas últimas son más astringentes y se pueden consumir para tratar casos de diarrea. Las castañas también se pueden comer crudas, pero con mucha moderación: en su versión más natural pueden causar molestias intestinales por su contenido en taninos.
Este otoño, toma castañas asadas, úsalas como relleno de carnes o elabora compotas y postres con ellas. ¡No te las pierdas!