GRANDES RESTAURANTES EN ENTORNOS MÁGICOS
Degustar un arroz cremoso con borrajas en el mayor acuario fluvial de Europa, probar conejo en salsa de almendras en un teatro del siglo XIX o paladear un bizcocho con crema de boniato en el edificio más antiguo de la Universidad.
En Zaragoza hay tres restaurantes con encanto que, por el precio de un menú diario, ofrecen una experiencia que va más allá de lo gastronómico.
Peces, cocodrilos y menú del día
El Acuario de Zaragoza se abrió con motivo de la Expo 2008. Esta "pecera" fluvial es la más grande de Europa, y la tercera del mundo. Unas 2.500 especies nadan en sus aguas, incluidos peces, tortugas, cocodrilos y mamíferos de río de todo el mundo. Hay mucha variedad animal, pero también de platos para elegir. Porque en la planta superior de este moderno edificio se encuentra el restaurante con las mejores vistas de la ciudad.
La oferta gastronómica del Restaurante Acuario ( es tradicional, con un menú diario de 9,50 euros y otro de fin de semana a 16 euros. Algunos de los platos que se sirven: risottos, pastas aderezadas con jamón de Teruel, carrillera al moscatel, bacalao con pistachos, carpaccio de piña... En la barra de la cafetería se encuentra desde repostería para desayunos a tapas para ir abriendo boca a media mañana.
A menos que tengas un juicio pendiente (el Acuario está al lado está la Ciudad de la Justicia, así que su restaurante se ha convertido en una opción muy socorrida entre semana para quienes tiene que acercarse hasta ahí), este es un lugar ideal para ir en familia el fin de semana. La terraza es un espacio de juegos para esos niños que no se quedan en la silla ni con pegamento, y después del café se puede aprovechar el descuento que dan para visitar el acuario.
Pza. Expo, 5.
Encanto del siglo XIX con menú del XXI
El Teatro Principal es un sitio muy fino y elegante. Inaugurado en 1799, por su escenario han desfilado los más importantes actores, bailarines y compañías. También han pasado, claro está, por su distinguida entrada, sus pulcras escaleras y su refinado ambigú. Ahí, antes zona de furtivas copas y algún que otro aperitivo, se encuentra ahora el restaurante El Principal.
En cierta manera, y con un poco de imaginación, comer en este espacio es trasladarse a finales del siglo XIX. En esas fechas se realizó una profunda remodelación del teatro, cuya huella aún pervive. El esmerado servicio refuerza esa sensación. En cambio, su competitivo menú diario (20 €, incluidos fines de semana) es de rabioso presente.
Por la mesa desfilan platos como raviolis de borrajas con salsa de marisco y queso Dos Arbas, judías blancas con codorniz en escabeche, auco (macho de oca) relleno con fideo de arroz, papillote de salmón con setas o un muy recomendable 'strudel' de frutas para rematar. Se nota que tras la gestión del local está Jesús Acín, uno de los empresarios hosteleros y cocineros con más renombre en Aragón.
De noche, de lunes a sábado, las cenas son a la carta, y permite también la opción del picoteo para los que quieren cerrar la velada teatral con el estómago lleno. Quién sabe si al lado se sentará algún actor famoso...
Coso, s/n.
El templo del saber... y del buen comer
El Paraninfo de la Universidad de Zaragoza es el más ilustre edificio de esta institución, y el mejor ejemplo de la arquitectura regionalista aragonesa. Abierto en 1893 como Facultad de Medicina, de su antiguo uso dan fe la decoración exterior y el anexo depósito de cadáveres, hoy reconvertido en ludoteca infantil (por extraño que suene).
Al fondo de sus corredores escarlata se esconde el Restaurante Paraninfo Flor. Con el sello de Carmelo Bosque, otro afamado chef de la cocina aragonesa, este es el lugar ideal para invitar a alguien y quedar como un marqués sin que el bolsillo llore. Prueba de ello es que es casi obligatorio reservar con tiempo para tener mesa.
La cocina de autor y de mercado se dan la mano en su menú de temporada. Algunos ejemplos recientes: ensalada de feta frita con compota de tomate, bacalao confitado con sopa de ajo, sopa de coco con compota de zanahoria... Casi cualquier elección es acierto seguro. Hay tres opciones de menú: el "reducido" (15,40 €), el "ampliado" (17,60 €) y el degustación (36,66 €).
Antes o después de comer, vale la pena visitar la antigua biblioteca del Paraninfo, pequeña y escondida joya de Zaragoza.
Pza. Paraíso, s/n.