Dime cómo eres y te diré qué dieta hacer

1- Voluntarioso. Eres una persona con fuerza de voluntad, no hay nada que se te resista y cuando decides hacer algo no hay quien te pare. Tuya debe ser la DIETA DE LA ALCACHOFA, un régimen diurético y equilibrado que te hará perder peso de forma rápida y sin grandes varapalos para tu organismo, que seguirá recibiendo la cantidad de nutrientes necesaria y no vivirá tu dieta como si fuese una montaña rusa. La ventaja de la dieta de la alcachofa es precisamente esa: que te permite comer de forma sana, equilibrada y ligera, con el viejo handicap de tener que pesar la lechuga, añadiendo, ya sea en cápsulas, asadas o en ensaladas, alcachofas a destajo. Tú, que eres voluntarioso, no tendrás que recurrir a esas viejas dietas para engañar al cuerpo que son un auténtico disparate a nivel nutricional, pero que, sin duda, funcionan.

2- Superficial. Si tu único interés en la vida es estar más delgado que tus amigos o amigas y haces tuya la frase "una mujer nunca es demasiado rubia, demasiado rica o demasiado delgada" has encontrado tu dieta. No te importa el precio que tengas que pagar para estar delgado, lo que para ti es sinónimo de estar bueno, y no te importa hacer auténticas barbaridades dietéticas para conseguirlo. Bien, entonces amarás la DIETA DEL PIBÓN, también conocida como dieta OMG, que te invita a perder 10 kilos en seis semanas a base de insensateces como suprimir el desayuno ("desayunar es de débiles", dice su autor Venice A. Fulton), salir a hacer deporte en ayunas, duchas frías y largas jornadas de ocho horas sin probar bocado. La comunidad médica detesta a Fulton, a quien no parece importarle lo más mínimo que le acusen de manipular a las adolescentes con argumentos tan peligrosos como instarlas a "adelgazar más que sus amigas" o con declaraciones de intenciones como la que aparece en la portada del libro: “La comunidad médica opina que no deberías leer este libro. Tus padres tal vez piensen que no deberías leer este libro. ¿Y sigues leyendo? ¡Bien hecho! Es tu vida”.

3- Carnívoro. No puedes vivir sin proteína de origen animal pero no necesitas para nada comer pasta, arroz o pan. Lo tuyo es, pues, una dieta 'low carb', baja en carbohidratos, que te va a permitir disfrutar de tus platos preferidos sin echar de menos los hidratos de carbono, y eso tiene un nombre y se llama DIETA DUKAN. Es una dieta controvertida, pues propicia un abuso de las grasas y limita el consumo de frutas y verduras, además de prohibir los carbohidratos. Hay que hacerla durante periodos cortos y siempre bajo supervisión, pues es importante ser muy consciente de que estamos privando al organismo del equilibrio nutricional ideal para él.

4- Débil. Eres débil, te gusta más un dónut que a un tonto un lápiz y no eres capaz de hacer dieta porque eso de contar las calorías del queso de Burgos no está hecho para ti. Te invitamos a probar una de las dietas más fáciles de hacer, ideal para los menos voluntariosos. La FAST DIET o dieta del ayuno, que nos invita, básicamente, a comer cinco días y ayunar dos de los siete días de la semana. Esto significa que podremos comer con normalidad durante cinco días, sin grandes excesos pero sin cortarnos de comer nada, y dos de ellos, siempre intercalados, practicar el ayuno. ¿Qué entendemos por ayuno? Consumir aproximadamente unas 600 calorías al cabo del día, lo que significa poco más que unas cuantas piezas de fruta y un par de cafés. Dicen quienes la practican que es una dieta en la que no se sufre en exceso, ya que pese a que el día que ayunas se hace un poco mas difícil, sabes que al día siguiente podrás comer con normalidad.

5- Razonable. El sentido común es tu patria y la razón tu bandera, por lo que huyes de estas dietas milagro que te prometen pérdidas bruscas de peso en pocos días, ya que sabes que una de sus consecuencias puede ser el terrible efecto yoyó. Tuya ha de ser la llamada DIETA ANTI DUKAN, inventada por las doctoras Terica Oriol y Ana María Pascual, y que nos propone, a grandes rasgos, una dieta basada en el sentido común: reducir drásticamente las grasas pero comer hidratos de carbono, frutas y verduras. O sea, lo que viene a ser la dieta mediterránea.