DEL JEREZ AL PASTRAMI O LA COMIDA CRUDA
Del porridge a la cocina lationamericana, pasando por la cultura bio o el Jerez. Todas ellas son tendencias que ya apuntaban tímidamente la pasada temporada y que este otoño van a consolidarse en nuestro país.
La cocina latinoamericana. Primero fueron México y Perú y ahora todo indica que ha llegado el momento de que sea Brasil el centro de todas las miradas gastronómicas. Aunque hace años que tenemos la suerte de disfrutar de solventes restaurantes brasileños en toda España (el madrileño Novillo Carioca es un buen ejemplo), en los últimos tiempos se ha apoderado de nosotros una fiebre que se traduce en locales como Alquimia FOgO, en Barcelona, propiedad del chef Joao Alcantara y del futbolista Dani Alves, un local que combina la alta cocina (en su planta superior) con la gastronomía popular, la cual toma forma de interesante menú de mediodía, en la planta baja. En Madrid, tal vez el mejor exponente de la gastronomía brasileña de nivel es Ruibayat, hervidero de VIPs y un dechado de solvencia en los fogones. Pero no sólo Brasil está en el punto de mira: cocinas como la colombiana (buena muestra de ello es la que elaboran los chicos de Spoonik, en Barcelona) o la ecuatoriana también llegan pisando fuerte a nuestro país.
El Jerez. Hace tiempo que los vinos del Jerez han llegado con fuerza a las cartas de los restaurantes, y este otoño será, probablemente, el momento de su consolidación definitiva. Los vinos de Jerez se revelan como opciones gastronómicas, que pueden maridarse a la perfección con cualquier plato, con una relación calidad precio asombrosa y miles de joyas por descubrir. Los expertos nos dirán que finos, manzanillas y demás joyas del universo Jerez van a costarnos al principio, por lo que conviene darles una oportunidad. Poco a poco, aseguran, nos irán entusiasmando hasta que acabemos rendidos ante sus encantos.
El porridge. Llámale porridge o llámale gachas de avena de toda la santísima vida. Un mejunje perfecto para desayunar muy popular en los países anglosajones, que hace ya un tiempo ha vivido un renacer entre la parroquia hipster. Los amantes de la cultura bio y la alimentación saludable han dicho adiós a huevos, bacon y demás delicatessen grasas típicas del desayuno y han optado por regresar al porridge de toda la vida. Ahora, esa tendencia que ha irrumpido con fuerza en Gran Bretaña (en el barrio londinense de Shoreditch acaban de abrir un Porridge Cafe, especializado en este ingrediente, con diferentes toppings) llega tímidamente a nuestro país con la promesa de pegar fuerte. Así pues, ya podemos encontrar gachas en los bares de moda. Y lo que te rondaré, morena.
La sopa. El fenómeno se conoce como 'souping' y empezaron a ponerlo de moda, como casi todo, algunas famosas de Hollywood. La sopa de toda la vida, en sus diferentes modalidades, sustituye a los zumos depurativos y demás mandangas para adelgazar, y se convierte en el plato detox por antonomasia. Las sopas son saciantes y nutritivas, sencillas de hacer, económicas y ricas, de manera que empiezan a irrumpir, y más ahora que llega el fresco, en nuestros restaurantes favoritos.
El cerdo. No parece que la creciente popularidad del cerdo tenga intención de remitir, por lo que ya podemos decir con todas las letras que el cerdo es la nueva hamburguesa. Y no hablamos tanto de las butifarras y salchichas (también muy de moda), sino de la porchetta, ese cerdo asado que encontramos prácticamente en cualquier restaurante cool, que funciona a las mil maravillas en bocadillo y está absolutamente delicioso. Tras unos años en la cuerda floja, el cerdo ha salido a la palestra para reivindicar que no tiene nada que envidiar a mamá hamburguesa. Nos lo van a servir con pan bueno y verduras de temporada (otras dos tendencias que, por suerte, han llegado para quedarse). Aquí cabe destacar la fuerza con la que desembarca de Italia el amigo pastrami: un todoterreno de los bocatas que aterriza con fuerza en nuestro país.
La cultura bio. España, al fin, se está poniendo las pilas en materia de alimentación orgánica y saludable y, pese a que aún nos queda mucho por avanzar, poco a poco se va poniendo a la altura de nuestros colegas europeos. Este otoño van a seguir proliferando los restaurantes veganos (o, en su defecto, los platos veganos en restaurantes para todos los públicos), el producto de proximidad, el km 0, el fenómeno Slow Food y las tiendas de productos bio. Ojo, porque este fenómeno no afecta únicamente a la alimentación: ropa, cosmética, productos de limpieza y casi cualquier cosa tienen ya su versión bio, cada vez más popular.
Raw food. Esta tendencia enlaza con el punto anterior, y hace referencia a la cocina cruda. En otros países proliferan los establecimientos en los que comer alimentos sin cocinar, y en España cada vez son más los chefs que pasan de las cocciones, pues aseguran que presentar los alimentos crudos es la mejor manera de que conserven todas sus propiedades. En Madrid, la gente del restaurante Cannibal demuestra que llevar una dieta crudívora no sólo no es aburrido, sino que se le puede sacar un partido inmenso a los alimentos que llegan del huerto, sin necesidad de pasarlos por los fogones.
El bao. Ese panecillo asiático delicioso es tendencia en los últimos tiempos, como demuestra, sin ir más lejos, Bao Bar, el nuevo restaurante que ha abierto el chef Paco Pérez (cinco estrellas Michelin) en la zona alta de Barcelona. La irrupción del bao y sus diversos rellenos demuestran no sólo que Asia está de moda, sino que se consolidan otras dos tendencias: los bocadillos ya no son cosa de unos pocos y comer con las manos (lo que, si nos ponemos finos, se da en llamar 'finger food') también está arrasando.
El brinner. Un nuevo anglicismo ha llegado para quedarse, y lleva el flamante nombre de 'brinner, o lo que es lo mismo 'brunch + dinner. Esto significa que cada vez más restaurantes ofrecen para la hora de la cena platos típicos del desayuno, generalmente los huevos en sus diferentes modalidades, pero también pancakes, pastelitos y cualquier apetecible tentación mañanera. Esta tendencia no resulta nada extraña si tenemos en cuenta que el 'brunch', al fin, no es más que el momento en que la comida de mediodía se apoderó del desayuno y ahora, este otoño, llega la cena para reivindicar su parte del pastel.
Las dietas detox. Hace siglos que están entre nosotros, pero esta temporada el auge del detox se va a consolidar definitivamente, para alegría de muchos y pesar de muchos otros (esos nutricionistas que consideran que el concepto desintoxicar en referencia al cuerpo humano no es más que una engañifa). Frente a las dietas 'low carb' que triunfaron hace unos años, desde Dukan a Montignac pasando incluso por la Paleodieta, el auge del detox llega a nuestras cocinas para decirnos que no se trata de hacer dietas estrictas, sino simplemente de dejar de comer durante unos días y eliminar así, aseguran, todo lo que nos sobra.