Está en Salamanca
A veinte minutos de Salamanca, se encuentra uno de los tesoros 'foodies' más desconocidos de España: una hacienda encantadora con un restaurante en el que se degustan ambrosías, una granja orgánica en la que se fabrican quesos y aceite y una bodega con vinos para perder la cabeza.
En medio de la meseta hace bastante calor, sobre todo en verano. Quizá en un principio, si nos dieran la opción, trataríamos de buscar un destino vacacional al lado del mar, pero hay oasis inesperados y Hacienda Zorita es uno de ellos. Este Wine Hotel & Spa está situado a veinte minutos de Salamanca, en el pueblo de Valverdón, y ocupa el lugar de un antigua casa hospitalaria dominica. Desde 2000 alberga este lugar con un encanto especial. Nos ha costado escribir sobre él, porque tiene ese aura de lugar mítico que preferimos guardar para nosotros mismos, pero nuestra profesionalidad nos ha empujado a dedicarle unas líneas. Aquí van diez motivos por los que hay que pasar una o dos noches allí.
1. Cristóbal Colón durmió aquí. Cuando el descubridor de América andaba a la caza de financiación se paso por aquí y estuvo hablando con los dominicos para hacer realidad su sueño de llegar a la Indias. Albergarse en alguna de las habitaciones de La Casa Grande es adentrarse en la Historia. Con mayúsculas.
2. Un estupendo restaurante de Kilómetro 0. El restaurante Zorita's Kitchen, que se asienta sobre el Tormes, obtuvo este certificado gracias a su filosofía "de la granja a la mesa" Todas las ensaladas son estupendas y platos como el cochinillo ibérico deshuesado a baja temperatura con guarnición de manzana y rúcula o el solomillo de ternera Morucha son de primerísimo nivel.
3. Un aceite de oliva increíble. Uno de los mayores orgullos de Hacienda Zorita es el fantástico aceite de oliva que producen y que posee esa cualidad que caracteriza a todos los vírgenes extra que merecen la pena: un fresco olor y sabor a campo que dice más sobre él que cien mil anuncios. Y es que procede de...
4. La granja orgánica. Un espacio de ensueño a tan solo un cuarto de hora en coche, en medio de la Dehesa castellana. Allí conviven los cerdos ibéricos, las búfalas, a partir de cuya leche se produce la mozzarella que se sirve en el restaurante y, claro está, las ovejas churras y merinas que dan la leche con la que se fabrican...
5. Unos quesos fantásticos. De hecho, durante la estancia en Hacienda Zorita están omnipresentes en catas, almuerzos, picoteos y ¡hasta en el desayuno! Hay varios, pero los que más nos seducen son el tremendísimo queso curado a partir de leche cruda de oveja y la torta de la Dehesa, menos intensa que la del Casar, pero más fina y, por tanto, más apta para un consumo recurrente.
6. Unos buenos vinos. Hacienda Zorita embotella, bajo la marca de Marqués de la Concordia, vinos estupendos. A destacar dos: uno, un tinto cien por cien Syrah con 24 meses en barrica que es de los vinos con mejor relación calidad-precio que hemos tomado últimamente (a unos 14 euros la botella) y otro, el llamado Magister, que es un tinto a base de mezcla de tempranillo, syrah y merlot, producido en el Valle del Duero y del que se embotella una cantidad limitadísima de unidades. Sube por encima de los 40 euros, pero es un placer de Dioses.
7. El wine spa. Ubicado en lo que es un antiguo molino, ofrece tratamientos de vinoterapia para recordar que la uva es una aliada de primera división en el cuidado de nuestra piel.
8. Una bodega de ensueño. Dentro de la misma Casa Grande que sirve de alojamiento de los huéspedes, nos espera una bodega fantásticamente diseñada por el arquitecto Peridis, y que simula la cubierta de un barco en sentido invertido, en la que se ofrece de modo gratuito a todos los alojados una cata de los distintos productos de Hacienda Zorita.
9. Un picoteo junto al río Tormes. Además del restaurante, en Hacienda Zorita hay una carta más informal a base de raciones de producto de primer nivel, como el jamón ibérico de bellota. Tomarlo en una mesa de la terraza a la orilla del Tormes es un planazo que nos ha conquistado.
10. Detalles y más detalles. Dos albercas antiguas en las que poder refrescarse, tres gigantescas secuoyas que permanecen plantadas en la finca y que se consideran las más antigua de Europa, mobiliario antiguo recuperado en las habitaciones... un sinfin de detalles que hablan por sí mismos, con personalidad y carácter.
Hacienda Zorita.Carretera Salamanca-Ledesma - kilómetro 8,700 (Valverdón) Salamanca. Teléfono 923 12 94 00.