HOY ES EL DíA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN

Diez consejos para no despilfarrar comida

Hoy es el Día Mundial de la Alimentación y esta efeméride nos hace recordar obviedades como que frente a un primer mundo de opulencia, obesidad y riesgos cardiovasculares a causa de la sobrealimentación existen zonas en que la población no cubre sus necesidades básicas. Y sí, es cierto que la solución sigue estando en la política, pero si empezamos por no despilfarrar comida probablemente estaremos contribuyendo, aunque sea con un mínimo grano de arena, a crear un mundo mejor y un planeta mucho más sostenible.

No hace falta tener siempre la nevera a rebosarCocinatis

1- Planificación. No se va al súper a la brava esperando que nos llegue la inspiración en medio de la frutería. Conviene hacer la compra con una idea bien clara en la cabeza de qué necesitamos en función de nuestra agenda en los próximos días. Planifiquemos en la medida de lo posible, dejando siempr un hueco a la improvisación, nuestros menús de cada día, y tengamos en cuenta aspectos que a menudo no consideramos: ¿vamos a tener muchos compromisos que nos llevarán a comer fuera? ¿Vamos a ir a comer a casa de mamá y tal vez nos caiga algún táper con sobras? ¿Vamos a tener un fin de semana de excesos y necesitaremos compensar entre semana?

Una vez considerado todo esto, entonces sí, podemos ir al súper. Para no estresarnos con la planificación, muchas personas lo que hacen, y es un buen consejo para iniciarse en el mundo de la compra responsable, es elaborar un menú fijo semanal: los lunes legumbres, los martes pescado, etc.

2-No tires excesivamente de despensa. Sabemos que es muy cómodo, pero también sabemos que cuando hacemos compras titánicas en productos de alimentación acabamos tirando muchos alimentos. Sacar tiempo para ir a comprar una vez a la semana no sólo va a hacer que consumamos productos más frescos, sino que afinemos mucho mejor a la hora de calcular las cantidades.

3- Reaprovechamiento. Que croquetas, empanadillas, pizzas y otros milagros del reaprovechamiento se conviertan en nuestros mejores aliados. Que ingredientes como la pasta, el arroz o el cuscús sean a partir de ahora los acompañamientos perfectos para una carne que sobró o una verdura con la que no sabemos bien qué hacer. Antes de tirar, a veces por el aburrimiento de haber comido varios días lo mismo, usemos la imaginación.

4- Congelador siempre. Seamos amigos del congelador, usémoslo para todo. Cuando la comida esté a punto de caducar cocinémosla y congelemos, no sólo no tiraremos sino que, además, ese táper nos salvará una cena improvisada o una comida que no hemos podido planificar. Una buena opción para los que a veces compran excesivas verduras es elaborar una lasaña de verduras. Es una receta sencilla, muy versátil (aquí nos caben desde unas acelgas a unas zanahorias, pimientos, calabacines, champiñones, solos o combinados entre ellos, y podemos añadirles incluso algo de queso fresco, por ejemplo). Compramos placas de lasaña precocidas y congelamos directamente en la bandeja, sin queso. Cuando queramos servirla, descongelamos el día antes y gratinamos al horno con queso.

5-Es un truco ciertamente rudimentario, pero calculemos en el plato las cantidades, con la comida cruda. Y es que parece que pese a los años que llevamos cocinando arroz o pasta seguimos llenando el cazo como para alimentar a una familia numerosa. Para poner remedio a este despilfarro, se calcula previamente en el plato y listos.

6- Comer siempre por riguroso orden de caducidad. Estemos siempre atentos a las etiquetas, e intentemos comer siempre antes los productos que tienen fechas de caducidad más cercanas, aunque no nos apetezcan tanto. No olvidemos que esta planificación va a ayudar también notablemente a nuestros bolsillos.

7- No te cortes en pedir la comida para llevar en los restaurantes. Cada vez se hace más y la mayoría de locales tienen sus recipientes para que puedas llevarte las sobras sin que nadie vaya a mirarte mal. Por fin hemos erradicado ese absurdo prejuicio, que nos llega directamente de aquella época de opulencia, de aquel lejano y ahora absolutamente surrealista 'España va bien', de que la gente nos iba a mirar mal si pedíamos las sobras para llevar a casa en un restaurante. Cuántos perros inventados surgieron por aquel entonces. Por fin hemos acabado con esto y pedir un táper es un gesto de responsabilidad, no algo de que avergonzarse. Esperemos que para siempre.

8- Sé muy riguroso con el almacenamiento, especialmente cuando se elevan las temperaturas. No dejemos fuera de la nevera, ni por un rato, ningún producto fresco, e intentemos cumplir aquello de 'guardar en un lugar fresco y seco'.

9- No te pongas estupendo. A veces somos excesivamente rigurosos con las fechas de caducidad y con el aspecto de los alimentos. Podemos comer sin problemas unas espinacas que llevan unos días en la nevera, aunque su aspecto no sea el del primer día. Basta con cocinarlas y darles un poco de alegría. O una manzana que perdió su brillo, o cualquier fruta o verdura que no tenga una pinta maravillosa pero esté, probablemente, igual de rica.

10-Evita los embalajes innecesarios. Apostar por una compra sostenible no significa únicamente no despilfarrar comida, sino también cartón y plástico. A menudo llegan a nuestros hogares una serie de productos con unos envoltorios infinitamente más aparatosos que el contenido, que debemos evitar en la medida de lo posible. En este sentido, conviene llevar al súper nuestra propia bolsa y no utilizar como basura picas o retretes, entre otros pequeños gestos.