Vaya idea, Doctor Weiner

La dieta del hielo propone comer cubitos para perder peso

Un litro de hielo al día y 160 calorías quemadas del golpe. Eso es lo que propone esta nueva dieta, que se basa en el esfuerzo que tiene que realizar nuestro cuerpo para volver a equilibrar la temperatura corporal tras un lingotazo bajo cero.

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Cierra los ojos. Recuerda cuando, en pleno verano, te metes una cerveza helada. Tu cuerpo reacciona si te pasas con el trago: puede ser que empieces incluso a sudar. Tu cuerpo está nivelando la temperatura de nuevo después del lingotazo bajo cero que te has metido y, por si te lo preguntabas, efectivamente, por el camino quemas calorías.

Esta tesis le ha servido a Brian Weiner, profesor asistente de mediciona en la Universidad de Rutgers (Estados Unidos), para sacarse de la manga una dieta que ha dejado a todo el mundo picueto. Lo que propone el amigo Weiner (no lo olvideis, profesor asistente: ¿o es que pensabais que iba a ser titular?), es que comamos hielo. Así, sin paños calientes. Su idea es que si nos papeamos cuatro vasos llenos de cubitos de hielo al día quemaremos 160 calorías extras, independientemente del ejercicio que hagamos o de la alimentación que llevemos. Esto se supone que es el equivalente a correr un poco más de kilómetro y medio.

Efectivamente, la 'Dieta del Hielo' tiene un mecanismo único y quizá es algo en lo que nunca había reparado nadie. Además, otro punto importante es que el hielo, de alguna manera, nos sacia. Es decir, si bebemos agua, estaremos llenando el estómago y mandando a nuestro cerebro el mensaje de que no hace falta comer. Además, el doctor Weiner argumenta que seguir esta 'dieta' no tiene por qué tener ningún efecto adverso para la salud de nadie: al fin y al cabo se trata de agua.

Sin embargo, no faltan las voces que ya han puesto el grito en el cielo: los hay que dicen que lo de comer hielo puede acabar afectando a nuestra dentadura, causándonos problemas con el esmalte e incluso roturas en las piezas. Por otro lado, tambiñen hay quien asegura que, vale, que quizá podamos seguir esta dieta en verano. Pero, ¿qué pasa en invierno? Por otro lado, algunos consideran que el efecto yo-yo cuando dejemos de comer hielo será más que notable y que ganaremos de nuevo el peso que hayamos perdido.

En cualquier caso, seguimos a vueltas con uno de los grandes objetivos de la humanidad: perder peso sin esfuerzo. Aunque el doctor Weiner recuerda una cosa: además de masticar cubitos de hielo, hay que complementar su 'método' con entrenamiento y una alimentación equilibrada.