El test del cracker
¿Te gustaría saber cuánto arroz, pasta o pan puedes comer en tu dieta? Esta sencillísima prueba te lo dice al instante
¿Alguna vez te has preguntado por qué tu primo se pone de pizza hasta las trancas y, sin embargo, no engorda ni un gramo y por qué a ti un puñadito de arroz te hace engordar como si fuera un cargamento de cruasanes? La tolerancia de cada personas a los hidratos de carbono es completamente diferente y muchas veces nos embarcamos en dietas restrictivas sin pensárnoslo dos veces. Por eso, se dice que cada dieta es única y que de nada sirve seguir la del vecino porque puede ser que a él le sirva y a ti no.
Por fortuna, descubrir si eres de los que puedes comer sin sentimiento de culpa o de los que han de tener más cuidado con el pan que con un manojo de cuchillas no es tan difícil. El genetista Sharon Moalem explicó en su libro 'The DNA Restart' de 2016 que basta con coger un cracker de pan sin sal y comérselo para enterarse de por donde van los tiros. ¿Así de sencillo? Eso parece.
En un nuevo documental de la BBC titulado 'The Truth About: Carbs', el doctor Alexander van Tulleken, puso la llamada 'prueba del cracker' en práctica con un grupo de estudiantes. A cada alumno se le indicó que masticara un cracker sin sal durante 30 segundos y que levantara la mano cuando el sabor comenzara a cambiar de uno más neutro a uno más dulce. Hubo un estudiante que notó un cambio después de tan solo 17 segundos, mientras que otro no lo hizo hasta después de 35 segundos. Algunos aseguraron que no habían notado ningún cambio en el sabor.
Según van Tulleken, notar el cambio de sabor después de solo 17 segundos indica que la persona tiene una alta concentración de enzimas amilasas en la boca que dividen las grandes moléculas de almidón en otras más pequeñas de azúcar. "Eso significa que esa persona debería poder comer muchos hidratos de carbono sin tener ningún problema". Sin embargo, aquellos que tardaron en notar más el cambio deberían, según este experto, controlar más su ingesta de hidratos, ya que eso indicaría una menor tolerancia a los mismos.
Van Tulleken explica que cualquiera puede hacerse esta prueba en casa y que, aunque hace falta más investigación, se trata de un método que puede ofrecer, aunque sea de modo orientativo, una indicación sobre el nivel de tolerancia de cada uno a los hidratos de carbono. Eso sí, si no se produce cambio alguno en el sabor pasados 30 segundos, eso significaría que la persona tiene una baja concentración de estas enzimas en la boca y "que podría tener problemas para comer hidratos de carbono", según van Tulleken. Crucemos los dedos porque el cracker cambie de sabor lo antes posible...