¿Te levantas con prisa por las mañanas? ¿No tienes hambre hasta el mediodía? Con estas recetas no tendrás excusa. ¡No sin mi desayuno!
El desayuno es la comida más importante del día. Rompe el ayuno que hemos mantenido desde la hora de la cena y nos da la energía necesaria para enfrentarnos, al menos, a la primera parte de la jornada.
Esta comida debe aportarnos, más o menos, el 25 % de calorías diarias y una buena parte de los nutrientes esenciales, como fibra, proteínas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales. Por eso es recomendable que incluyas productos lácteos, fruta, cereales…
¿Por qué es tan importante desayunar?
Está demostrado por innumerables estudios: las personas que no desayunan son más propensas a sufrir sobrepeso que aquellas que dedican unos minutos a comer antes de salir de casa.
Si no tomas nada en las primeras horas del día es bastante probable que sobre las 12 de la mañana acabes picando algo poco saludable o, si eres capaz de aguantar hasta la hora de la comida, llegarás con tanta ansiedad que acabarás devorando todo lo que se te ponga por delante. Además, te ayuda a reforzar tu sistema inmunológico, previene la aparición de enfermedades como la diabetes o los problemas cardiovasculares y aumenta tu concentración.
¿Tienes prisa?
Sí, sabemos que esos 10 minutos más en la cama cuando suena el despertador saben a gloria. Pero mejor te va a saber un buen desayuno. ¡Fuera pereza! Solamente tienes que coger uno o dos yogures naturales, añadir un puñado de muesli o avena y una pieza de fruta. ¿No tienes tiempo de trocearla? Opta por frutos de menor tamaño como las uvas o frutas del bosque. ¡Se acabaron las excusas!
Es que no tengo hambre
Tampoco nos vale. Si no eres capaz de comer, ¡bebe! Hazte un delicioso batido o ‘smoothie’. Es rápido, sencillo y así tomarás todos los nutrientes que necesitas para afrontar la mañana. Te recomendamos que incluyas fruta, yogur o leche y, para conseguir una dosis extra de energía, añade una cucharada de mantequilla de cacahuete. ¡Delicioso!
Para cuidar la línea
¿Estás eliminando ese par de kilos de más? Tenemos el desayuno perfecto para ti. Prepara un buen zumo de naranja, dos tostadas integrales con queso de Burgos y pavo y un vaso de leche desnatada, con café o té, o un yogur desnatado. Puedes añadir a la tostada un poco de tomate y aceite de oliva. Si estás intentando perder peso a lo mejor te interesará saber que un estudio publicado en el ‘American Journal of Clinical Nutrition’ demuestra que el desayuno que más adelgaza es aquel con un alto contenido proteico. ¿Por qué? Ayuda a controlar los niveles de glucosa e insulina en sangre e incrementa la sensación de saciedad. Incorpora alimentos como los huevos, el pavo o el yogur griego desnatado.
Directo al gimnasio
¿Haces ejercicio a primera hora de la mañana? Entonces necesitas un chute de energía antes de subirte a la cinta. Es importante que tomes una o dos piezas de fruta en zumo o troceada, y si es plátano, mejor.
Añade dos tostadas con unos huevos revueltos y un café o té. Si te apetece puedes incluir pavo.
Si prefieres un desayuno más dulce puedes optar por dos yogures griegos desnatados con un puñado de avena, unos frutos secos y una cucharada de miel o mantequilla de cacahuete. ¡Listo para sudar!
Muy gourmet
Llega el fin de semana y tienes todo el tiempo del mundo para preparar un delicioso y completo desayuno. ¡Manos a la obra!
Primero un zumo natural recién exprimido. Después tuesta un poco de pan multicereales, echa un poco de aceite de oliva y añade jamón ibérico.
Y si eres muy goloso, no recurras a la bollería industrial. Prepara un bizcocho casero o unas tortitas. Así controlarás los ingredientes y puedes añadir azúcar moreno en vez de blanco, lácteos desnatados, cambiar la mantequilla por aceite… ¡A tu gusto!