POTENCIA EL CONSUMO DE LOS ALIMENTOS INTELIGENTES
El propio nombre lo indica: la dieta Smart Food es aquella compuesta por alimentos inteligentes. ¿qué significa? Aquí te lo explicamos.
Los alimentos inteligentes son aquellos que tienen el poder de actuar en nuestro ADN para mejorar nuestras condiciones de vida. ¿Un ejemplo? Las fresas o el chocolate negro, con al menos un 70% de cacao, actúan directamente sobre nuestro organismo y aumentan la longevidad. Diversos estudios avalan esta teoría, y numerosos nutricionistas apuestan por aumentar la cantidad de estos alimentos llamados inteligentes en nuestra dieta. Incluso el Instituto Europeo de Oncología de Milán han elaborado un listado de 30 alimentos en dos categorías, lo que se conoce como dieta Smart Food.
Por un lado la llamada 'Longevity Smart Food', que afectan positivamente nuestros genes para sumar años de vida. Aquí encontramos desde alimentos más rarunos como las bayas de Goji, las semillas de chía o la col kale a otros más habituales de nuestras despensas como espárragos, cebolla, berenjena, manzana, uvas, lechuga, té verde o negro o –y aquí llega la buena noticia– chocolate negro con un 70% de cacao como mínimo. Es recomendable combinar los alimentos de esta categoría con los correspondientes a Protective Smartfood, que contienen sustancias que protegen ante diferentes enfermedades, como el aceite de oliva virgen extra, las legumbres, la albahaca, los cereales integrales y el agua.
Así pues, la dieta Smart Food se basa en los alimentos, no en las calorías. Se trata de incluir en la medida de lo posible en la dieta todos estos alimentos inteligentes, a menudo con simples gestos que apenas notemos pero que garanticen nuestra salud. ¿Algún ejemplo? Añadir unas semillas de chía al yogur, o apostar por las ensaladas de kale en lugar de preparárnoslas de pasta, utilizar las bayas de Goji en el batido y convertir las manzanas en nuestro snack por excelencia cuando nos pique el gusanillo. De hecho, nada mejor que una manzana a media mañana o media tarde, que nos obligará a masticar y nos ayudará a sentirnos saciados y combatir la ansiedad de comer dulces o grasas.
¿Cuál sería una buena manera de adaptar la dieta Smart Food a nuestro día a día, con el objetivo no solo de proteger nuestro cuerpo de enfermedades sino también de adelgazar? Pues la cosa es bastante sencilla. Por un lado, la mitad dela cena y el almuerzo deberían ser frutas y verduras, una cuarta parte cereales integrales, y otra cuarta parte proteínas, a poder ser procedentes de las legumbres. Aceite de oliva a tutiplén, y mirar de incluir en la medida de lo posible los alimentos de ambas categorías, mantendrán, según la ciencia, nuestro organismo sano y fuerte, libre de enfermedades y lleno de energía para nuestro día a día. Al no incluir grasas ni azúcares, es una dieta que permite perder peso con facilidad, de forma lenta pero segura, y que no produce el malestar y la fatiga de otras dietas restrictivas y exprés.