YA PUEDES EMPEZAR A REDUCIRLA, LO DICE UN ESTUDIO
Eso pone de manifiesto una investigación publicada por la revista Nature Neuroscience: un exceso de sal afecta a las funciones cognitivas y neurovasculares. Así que ya la puedes ir eliminando de tus platos…
Lo de que una dieta rica en sal no es beneficiosa para la salud no es nuevo, ya lo sabíamos hace tiempo: incluso se había oído hablar de la asociación de este exceso de sal con accidentes vasculares pero no se sabía exactamente cómo era causado ese año. Ahora ya se sabe, gracias a un estudio elaborado con ratones y publicado en la revista Nature Neuroscience: dicha investigación confirma los daños que la sal provoca en tu cerebro. Pero don't panic, que también hay buenas noticias: el proceso es reversible, basta con eliminar el exceso de sal de las comidas.
¿De qué manera afecta al cerebro?
Los investigadores descubrieron que alimentar a los ratones con una dieta rica en sal (de entre 8 y 16 veces más que una dieta normal) provocaba daños cognitivos. El efecto en el cerebro resulta de una acumulación en el intestino delgado de una clase de linfocitos, los Th17, que producen grandes cantidades de un tipo especial de citocina (las moléculas encargadas de la emisión de señales a las células). La citocina entra en el torrente sanguíneo y actúa en las células que unen los vasos sanguíneos del cerebro, reprimiendo la producción de óxido nítrico, que es fundamental para permitir el flujo de sangre. De esta forma, la pérdida de óxido nítrico reduce el abastecimiento de sangre en el cerebro y generaría las disfunciones neuronales. Los científicos llevaron a cabo diferentes experimentos con los ratones y comprobaron, por ejemplo, que el exceso de sal provocaba un déficit en la memoria.
Pero, ¿de cuánta sal estamos hablando?
¿Durante cuánto tiempo hay que ingerir ese exceso de sal y, más importante aún, de cuánta sal estamos hablando? Los científicos necesitaron tres meses con una dieta rica en sal para generar los daños cognitivos en los ratones, así que el consumo debe ser continuado en el tiempo. Reconocen que en seres humanos, la exposición debiera ser más duradera (durante años o décadas), pero ojo, que las funciones cognitivas también pueden verse dañadas con exposiciones más cortas.
En el estudio utilizaron entre 8 y 16 veces por encima del nivel de consumo recomendado. En Europa y en América del Norte, el consumo de sal es de 9 a 10 gramos por día (de dos a tres veces por encima del nivel recomendado). La OMS recomienda un consumo diario máximo de 5 gramos por día para un adulto y de 3 gramos para niños. La Asociación Americana del Corazón recomienda consumir 3,75 gramos al día.
La buena noticia: el proceso es reversible
Los científicos también demostraron que cuando los ratones volvían a una dieta normal, sus funciones cognitivas mejoraban y volvían a ser las de antes, proceso que les llevó un mes, lo que parece indicar que es reversible en el periodo de tiempo que experimentaron. Pero cuidado, que esa garantía de recuperar las funciones cognitivas es frágil: no se sabe aún si un consumo más prolongado de sal puede llevar a un daño cognitivo permanente.
Así que, por si las moscas, mejor le vas quitando ese exceso de sal al guiso y a las patatas fritas. Tu cerebro te lo agradecerá.