RECETA VERANIEGA
Las croquetas son el plato ideal para aprovechar la comida que nos sobra y no tirarla.
Hay personas que cada año esperan el verano para tomar sus comidas refrescantes preferidas: helado, granizado, gazpacho o salmorejo son algunas de las recetas veraniegas indiscutibles.
Tal es la pasión por algunas de ellas que compramos o hacemos en casa cantidades industriales que después sobran y se desperdician. Como por ejemplo, el salmorejo. Si vemos que tenemos demasiado, en vez de guardarlo en la nevera, vamos a aprovecharlo para otra receta: croquetas de salmorejo. Un gran plato que junta dos de los alimentos más apreciados por mucha gente.
¿Cuáles son los ingredientes de las croquetas de salmorejo?
Vas a necesitar salmorejo -claro está-, huevo, pan rallado, jamón, huevo duro, harina de trigo, leche, nuez moscada, mantequilla, sal, pimienta y aceite de oliva (si es virgen extra mucho mejor).
Verás que hay unos cuantos ingredientes. No todos van a la misma receta. Esto es porque os vamos a enseñar dos maneras de prepararlas.
Receta 1: ten a punto el congelador
Esta primera opción para preparar este plato es la más fácil de las dos. El día antes que quieras cocinar las croquetas, pon el salmorejo en un molde para cubitos de hielo y mételo en el congelador.
Al día siguiente, prepara en un plato el huevo batido y en otro plato, el pan rallado. Es importante que lo tengas a punto antes de sacar el salmorejo del congelador, ya que cuando lo hagas tienes que pasarlo rápidamente por el huevo y el pan antes de que se descongele.
Para que te quede un rebozado consistente, sigue este procedimiento un par o tres de veces: pan rallado - huevo - pan rallado.
Cuando tengas el salmorejo bien rebozado, guárdalo de nuevo en el congelador una media hora. Pasado este tiempo, sácalo y ponlo en una sartén con mucho aceite y bien caliente. Te recomendamos que no pongas todas las croquetas de salmorejo de golpe en la sartén. Es mejor que se vayan friendo de dos en dos o de tres en tres.
Una vez las croquetas ya se han dorado, sácalas y ponlas en un plato con papel de cocina absorbente para quitar el aceite sobrante.
Receta 2: la manera tradicional
En este caso, te vamos a explicar la manera más tradicional de hacer las croquetas, aquella que seguramente habrás visto hacer a tu madre o a tu abuela.
Primero de todo, hierve un huevo y corta el jamón bien picadito. Este es un paso opcional, pero le dará un toque distinto a las croquetas.
Ahora, pon aceite de oliva virgen extra y mantequilla en una sartén y deja que se derrita. Cuando esté, es el momento de incorporar el salmorejo. Remueve un poco y pon el huevo y el jamón y sigue removiendo.
Al cabo de unos segundos, pon dos cucharadas de harina de trigo y mézclalo todo bien hasta que quede una masa espesa. Llegados a este punto, ve incorporando la leche poco a poco, mientras vas removiendo, además de pimienta, sal y un poco de nuez moscada.
Cuando veas que la masa está a tu gusto, ponla en un plato y déjala enfriar a temperatura ambiente. Después, rebózalas tal y como te hemos contado en la receta anterior.
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