NOS LO CUENTA JEFF BELL, UNO DE LOS GRANDES
Nos lo cuenta Jeff Bell, barman del prestigioso Please Don't Tell, afincado durante el mes de septiembre en el hotel Mandarin Oriental de Barcelona. ¿Alguna vez has dado indicaciones a un bartender de cómo debe hacer el cóctel? Pues has hecho muy mal.
Please don't tell, Mejor Bar Del Mundo en el 2011 por la lista The World's 50 Best Bars de Drinks International, aterriza durante el mes de septiembre en el hotel Mandarin Oriental de Barcelona. Viene su bartender, Jeff Bell, y la cabina telefónica que hay a la entrada del local neoyorquino y que le da tanta personalidad. De hecho, para acceder hay que marcar el número 1. Es un clandestino que conoce todo quisqui. Hablamos con Bell y le decimos (preguntamos, en realidad), qué cosas nunca le dirían a un barman. Pero él se lo ha buscado, porque el nombre de su local lo pide a gritos: Please don’t tell (Por favor, no lo digas). Pues sí, se lo decimos y/o se lo preguntamos:
Llegan a Barcelona haciendo mucho ruido mediático pero su bar se llama Please dont' tell. ¿En qué quedamos? ¿Son ustedes clandestinos o no?
A la gente le gusta hacer cosas que no debe hacer. Pedirle a la gente que mantenga en secreto el bar supone que se lo cuenten a todo el mundo. Es como un objetivo de marketing inverso. No hay nada secreto sobre lo que hay dentro. Jim Meehan escribió el ‘PDT Cocktail Book’ con más de 300 recetas y también disponemos de una app llamada ‘PDT Cocktails’ que tiene más de 400 recetas, por lo que somos muy transparentes con lo que hacemos.
Una cabina de teléfono en época de móviles... ¡Y encima les funciona!
Toda nuestra clientela aún recuerda la época anterior a los móviles, cuando teníamos que utilizar cabinas o teléfonos de pago. Ya veremos cómo lo lleva la generación venidera, je, je, je.
Están en Barcelona. No esperamos menos que hagan un cóctel inspirado en la ciudad... ¿Qué cóctel les inspira?
Nuestra lista de PDT BCN se compone de 12 cócteles. Tres de esas bebidas se sirven en PDT Nueva York y las otras nueve se han creado específicamente para Barcelona. La idea era incorporar algunos ingredientes españoles a nuestro estilo de cócteles, y queríamos ofrecer sabores familiares presentados en un formato nuevo. Tenemos uno que se llama Quasimotxo, que está inspirado en el Kalimotxo, pero más al estilo Manhattan; usamos Ron Zacapa, Rioja y sirope de cola para recrear los sabores del Kalimotxo.
Albert Adrià, Joan Roca, Gastón Acurio, Carme Ruscalleda y Ángel León harán hot dogs que maridarán con sus cócteles. ¿Temen atragantarse con tanta estrella y tanto hot dog para combinar con sus creaciones?
Es una tarea difícil crear cócteles que se servirán con un menú diseñado por algunos de los chefs con más talento del mundo. Pero estoy orgulloso de las bebidas que hemos creado y espero que a nuestra audiencia española le guste.
Usted fue escogido Mejor Bartender de EEUU en el 2013. ¿Con qué brindó por la victoria? ¿Y cuando PDT fue elegido Mejor Bar del Mundo en el 2011? ¿Se hizo un cóctel o abrió una botellita?
Brindé con champán. ¡Me encantan las burbujas!
Suponemos que conoce la sangría, nuestro cóctel por excelencia. ¿Alguna aportación desde Please Don't Tell? Prometemos no decírselo a nadie...
La sangría es muy común en todo el mundo, queríamos dejarlo aparte en nuestra visita a Barcelona. Sería muy difícil llenar los asientos de nuestro bar si tuviéramos un menú predecible.
Usted es un bartender de lo más atractivo. ¿O ser bartender le hace a uno más atractivo?
Gracias...
¿Cuál es el ingrediente principal para ligar?
Escuchar.
¿O qué cóctel recomendaría en una primera cita para que todo vaya rodado?
Ven a PDT y pregúntanos.
Por cierto… Y a usted, ¿qué no se le ocurriría decir nunca a un bartender?
Hay cientos de cosas que jamás le diría a un bartender, y creo que la principal es cómo debe elaborar una bebida (a menos que me lo pida). Nunca pienso que sé más que los demás. Salgo para disfrutar, no para examinar; esa es una forma estresante de vida. Solo soy una persona que trabaja en un bar y padre desde hace poco, así que ya tengo suficientes cosas de las que preocuparme.