DESMONTAMOS TODOS LOS MITOS
¿Te suena alguna de estas cosas que solemos hacer cuando queremos adelgazar? Olvídate de ellas, ¡no funcionan!
Ayunar durante mucho tiempo y saltarse comidas de vez en cuando, hacer ejercicio físico sin descanso para quemar tantas calorías como sea posible, obsesionarse con las calorías, dejar de comer hidratos… No todo lo que creemos que hacemos para perder peso es bueno para la salud. De hecho, muchos de estos hábitos no tienen realmente ningún sentido ni eficacia, y lejos de hacernos cumplir nuestros deseos de bajar peso, pueden ser contraproducentes, poner en riesgo nuestra salud y hacer que engordemos todavía más.
Estas son algunas de las cosas que solemos hacer mal cuando intentamos adelgazar. ¿Te suenan?
Saltarse comidas
¿Quién no se ha saltado nunca la cena o el desayuno creyendo que así podría perder peso más rápido? Saltarse las comidas no ayuda a compensar excesos, no reduce significativamente las calorías que tomamos al día y sobre todo, no ayuda a adelgazar. De hecho, ayunar y dejar de comer no solo es contraproducente (nuestro metabolismo se ralentizará al hacerlo), sino que es algo poco recomendable para nuestra salud y que nos hará pasar hambre de forma innecesaria.
Reducir drásticamente las calorías
Siempre hemos pensado que reducir la ingesta diaria de calorías es sinónimo de bajar de peso, aunque esto no siempre es así. Más que el número de calorías, lo que de verdad importa es de donde provienen: no son iguales las calorías del alcohol que las de un filete de pollo o un pastel de chocolate. Si no tomas las calorías que necesitas en tu día a día (de 1.600 a 2.000, dependiendo de tu actividad física) puede que sientas cansancio y agotamiento.
Dejar de comer hidratos
Los hidratos de carbono son el primer grupo de alimentos que desaparece del menú diario cuando nos ponemos a dieta y queremos adelgazar. A pesar de que gocen de tan mala fama, los carbohidratos son buenos y necesarios para el organismo, siempre que sean de bajo índice glucémico, como los cereales integrales, las legumbres, la pasta o la verdura. Renunciar por completo a este tipo de alimentos puede suponer carencias nutricionales.
Beber agua antes de comer
Siempre se ha dicho que un truco muy efectivo para adelgazar es beber un vaso de agua justo antes de las comidas para reducir el apetito. Pero mucho cuidado con abusar de este consejo y del consumo de líquidos en general: además de empacharte, podrás sentir fatiga e hinchazón. Los líquidos (infusiones, batidos, sopas…) tampoco deberían sustituir a las comidas reales, si bien pueden complementarla.
Hacer ejercicio sin descanso
Hacer ejercicio todos los días de la semana, pasar largas jornadas agotadoras en el gimnasio o salir a correr en cuanto tengamos ocasión para quemar calorías y adelgazar puede ser contraproducente. Si realizas ejercicio físico de forma constante y no dejas reposar y descansar tu cuerpo al menos dos veces por semana, estarás aumentando las posibilidades de sufrir una lesión.