En este festival de música han tenido una gran idea
En el festival de música de Roskilde, que se celebra en Dinamarca, han puesto en marcha una iniciativa para convertir la orina de sus asistentes en cerveza. En 2017, si todo va bien, se servirá en el festival. La experiencia completa.
Piensa por un momento que fue lo que más hiciste en el último festival de música al que fuiste. ¿Escuchar música? Tsk tsk, ¿beber? bueeeeno...., ¿ir al baño? Daaaaamn right. Todo ese líquido elemento que se va por los urinarios portátiles podría tener un destino mucho más noble. ¿Cuál? Convertirse en cerveza. ¿What? Sí, amigos, como si se tratara de la puesta en práctica real de 'Mi agüita amarilla' de Los Toreros Muertos, en el festival danés de Roskilde planean reciclar el líquido elemento en birra. Un plan que supera el clásico de convertir el agua en vino.
Los organizadores de Roskilde (del 27 de junio al 4 de julio) planean recoger 25.000 litros de orina de los más de 100.000 asistentes al festival. Si todo ocurre de acuerdo al plan establecido, en la edición de Roskilde de 2017, los festivaleros podrían beber cerveza fertilizada con su propia orina. "Se trata de cambiar nuestra posición sobre los desechos para tratar de convertirlos en un recurso valioso", explica Leif Nielsen del Danish Agriculture & Food Council (DAFC), que está detrás de esta iniciativa junto al festival de Roskilde.
Nielsen se pone las gafas de pasta para contarnos algo que, sin duda, ya sabíamos: "La enorme cantidad de orina que se produce en los festivales tiene un impacto negativo sobre el medio ambiente y las aguas residuales, pero el 'beercycling' convierte ésta en un recurso". Además, desde el festival confían en que los artistas asistentens contribuyan con sus 'donaciones'. Sin duda, algunos de ellos como Paul Mccartney serán los que más aporten. En este apartado, ser jubileta ayuda.
Los organizadores de Roskilde han puesto una pancarta que reza 'No desperdicies tu pis. Los granjeros lo pueden convertir en cerveza de nuevo' y ahí están los jóvenes, esperando su turno después de haberse hincado unas cuantas birras viendo a Florence and the Machine y Pharrell Williams. Los más afortunados, si regresan en 2017, podrán beber elixir elaborado con su propia orina. El círculo se cierra.