TRUCO DE TODA LA VIDA
El pan es uno de esos alimentos que suele sobrar y, para no tirarlo, optamos por congelarlo, ya que permite conservar sus propiedades y, además, es bueno para la salud. A continuación, te contamos por qué.
El pan, en cualquiera de todas sus formas, es uno de los alimentos básicos de nuestra dieta que no puede faltar en casa. Según cómo vaya el día comemos más o menos pan y, cuando sobra, no nos podemos permitir tirarlo a la basura; por eso, la mejor idea para que no se haga duro, es congelarlo. Además de conservar el pan como si fuera del primer día, esta es una medida para ahorrar dinero y evitar el desperdicio alimentario.
Congelar el pan no solo da ventajas prácticas, sino que también es beneficioso para nuestra salud. Así lo recoge Lisette de Later en su cuenta de Instagram (@serdinamico), en la que ha compartido un vídeo del pódcast A Really Good Cry. La presentadora, Radhi Devlukia, entrevista a Jessie Inchauspé, bioquímica francesa, que explica qué es el almidón resistente y qué tiene que ver con congelar el pan.
Jessie explica que uno de los componentes del pan es el almidón. Al cocinar al horno este tipo de carbohidrato y congelarlo después, parte de él se convierte en fibra, más concretamente en almidón resistente. Lisette, en su post, cuenta que "es un tipo de fibra que el cuerpo no digiere en el intestino delgado y llega intacta al intestino grueso, donde actúa como un alimento para las bacterias buenas" (o probióticos).
Al descongelar el pan y calentarlo de nuevo (ya sea en la tostadora o en el horno, por ejemplo), "puedes comer ese carbohidrato con menos impacto en tu glucosa porque parte de ella se ha convertido en fibra", añade Jessie. Es decir, que puede ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre.
Como bien supondrás, el almidón resistente ofrece otras ventajas, tal y como detalla Lisette:
El pan puede aguantar unos 6 meses en el congelador, pero para que se mantenga en buenas condiciones, te dejamos algunos consejos:
- Para no tener que descongelar todo el pan, antes de meterlo en el congelador córtalo en rebanadas o en tantos trozos como quieras.
- Guárdalo en bolsas herméticas para conservarlo mejor y mantenga al máximo la calidad.
- Cuando necesites descongelarlo, tienes varias opciones: a temperatura ambiente (en este caso, tienes que planearlo con antelación porque tienen que pasan algunas horas para que se descongele del todo), en la tostadora (en la función normal como cualquier otra tostada o utilizar una función específica que incorporan algunos modelos) y en el horno (unos 5 minutos a 200 °C).
Al sacarlo del congelador, puede ser que veas unas manchas blancas. Esto no quiere decir que el pan se haya hecho malo, sino que son partículas congeladas que se irán al tostarlo.