NO SON LO MISMO
Los higos y las brevas son frutos deliciosos y llenos de beneficios, pero a menudo tendemos a confundirlos y no los aprovechamos al máximo. Descubre las diferencias entre ellos y cómo puedes incorporarlos en tus recetas para disfrutar al máximo de su sabor y sus propiedades.
Cada estación del año no solo viene acompañada de cambios de armario, las variaciones en el clima también traen consigo el cultivo de ciertos alimentos. En verano, es común ver en los mercados una gran oferta de frutas frescas muy coloridas, como la sandía, el melocotón y los higos y las brevas, los protagonistas de este artículo.
Ambos frutos destacan por su dulzura y versatilidad en la cocina. Sin embargo, somos muchas personas las que no sabemos que estos dos frutos, aunque similares, tienen diferencias importantes. Aprender a diferenciarlos no solo enriquecerá tu conocimiento culinario, sino que también te permitirá aprovechar mejor sus beneficios y sabores únicos.
Para empezar, es esencial saber que tanto los higos como las brevas provienen de la misma planta, la higuera. La diferencia principal radica en la época del año en que se recolectan. De ahí que podamos entender el singificado de la conocida expresión "de higos a brevas", que destaca el transcurso de mucho tiempo entre dos hechos.
Las brevas son los primeros frutos que aparecen en la temporada, por lo que se cultivan antes que los higos, generalmente a finales de primavera y principios de verano. Su forma nos recuerda a una pera y son más grandes y menos dulces que los higos. En cambio, los higos maduran a finales del verano y principios de otoño y son más pequeños y mucho más dulces. Es decir, las brevas serían los higos inmaduros de cosechas anteriores.
Si destacamos su sabor, las brevas tienen una textura firme y un sabor menos intenso, mientras que los higos son conocidos por su jugosidad y dulzura. Aun así, el rasgo que nos ayudará a diferenciarlos un poco más será el color, pues las brevas suelen presentar un color morado oscuro y los higos, más claro, incluso verde.
La elección entre higos y brevas puede depender de tus preferencias personales y necesidades nutricionales. Las brevas, al ser los primeros frutos de la higuera, son ideales para consumir frescas, añadir a ensaladas o como acompañamiento de quesos suaves.
Nutricionalmente, las brevas son una excelente fuente de fibra, vitaminas y minerales, lo que las convierte en un aliado perfecto para la digestión y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
Los higos, por su parte, al ser mucho más dulces y jugosos, son perfectos para preparar mermeladas caseras, incluir en postres o simplemente consumirlos frescos. Además de ser una delicia para el paladar, los higos son ricos en antioxidantes, que ayudan a combatir el envejecimiento celular y mantener la piel saludable.
Lo mejor de ambos frutos, además de sus ventajas nutricionales, es su versatilidad en la cocina. Prepara una ensalada de rúcula, nueces y queso de cabra y añade las frutas para un toque fresco y diferente. Puedes incluso preparar una tarta tatin o acompañar la fruta con un helado de vainilla para una creación deliciosa.
¿Por qué no incluirlos en aperitivos? Con jamón serrano y miel, dejarás boquiabiertos a tus invitados con esta combinación de dulce y salado. Y también se pueden convertir en acompañamientos para carnes a la parrilla si los caramelizas.
Para disfrutar de ambos frutos en su mejor estado, debes saber elegirlos y conservarlos adecuadamente. Opta por aquellos más firmes, pero ligeramente blandos al tacto y evita los que tengan manchas o estén demasiado blandos, ya que podrían estar pasados. Una vez en casa, consúmelos lo antes posible, ya que son frutas muy perecederas. Si necesitas almacenarlos, mantenlos en el refrigerador como máximo dos días.