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Cómo tomar la cúrcuma para aprovechar su poder antiinflamatorio

La cúrcuma y su compuesto activo, la curcumina, tienen el potencial de ofrecer una variedad de beneficios para la salud, especialmente en la reducción de la inflamación. En este artículo te contamos cómo puedes incorporarla en tu dieta.

CúrcumaPexels

La cúrcuma, una especia colorida y aromática que ha sido parte integral de la cocina asiática durante siglos, ha ganado reconocimiento en occidente en los últimos años gracias a su potencial poder antiinflamatorio y otros beneficios para la salud.

Varios estudios científicos han demostrado que el ingrediente activo de la cúrcuma, la curcumina, tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y posiblemente incluso propiedades anticancerígenas, así lo explica en esta publicación el equipo del Hospital Clínic de Barcelona.

En este artículo, exploraremos cómo aprovechar al máximo el poder antiinflamatorio de la cúrcuma y cuál es la mejor manera de incorporarla en tu dieta.

La cúrcuma y su compuesto mágico: la curcumina

La cúrcuma es una planta originaria del sudeste asiático y se ha utilizado en la medicina tradicional de la India durante miles de años. Su característico color amarillo proviene de la curcumina, un compuesto polifenólico que se encuentra en la raíz de la planta de cúrcuma. Como hemos dicho, la curcumina es conocida por sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antibacterianas.

Pero dentro de los muchos beneficios que nos puede aportar la ingesta de esta planta, uno de los más buscados es su capacidad de reducir la inflamación en el cuerpo. Esta propiedad la hace especialmente valiosa en la prevención y el tratamiento de enfermedades inflamatorias crónicas, como la artritis, la enfermedad de Crohn y la osteoartritis.

¿Cómo tomar la cúrcuma de manera efectiva?

La cúrcuma puede aprovecharse de varias formas para obtener sus beneficios antiinflamatorios. Aquí hay algunas opciones:

  • Suplementos de curcumina: Los suplementos de curcumina están disponibles en forma de cápsulas o tabletas. Estos productos suelen contener una concentración más alta de curcumina que la cúrcuma en polvo, lo que puede facilitar la absorción en el cuerpo. Si optas por los suplementos, asegúrate de seguir las indicaciones del fabricante y consultar a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier régimen de suplementación.
  • Cúrcuma en polvo: La forma más común de consumir cúrcuma es en su forma de polvo. Puedes agregar una pizca de cúrcuma en polvo a tus platos favoritos, como sopas, guisos, arroces y curry. Además de darle un sabor único a tus comidas, esta es una manera fácil de incorporar cúrcuma en tu dieta diaria.
  • Té de cúrcuma: El té de cúrcuma es una bebida reconfortante que puedes disfrutar en cualquier momento del día. Puedes prepararlo mezclando cúrcuma en polvo con agua caliente, un poco de miel y limón al gusto. El calor puede ayudar a liberar la curcumina de la cúrcuma y facilitar su absorción.
  • Leche dorada o Cúrcuma Latte: La leche dorada es una bebida popular en la que se combina la cúrcuma con leche (u otra bebida vegetal) y especias como la canela y el jengibre. Esta bebida es una excelente opción para incorporar la cúrcuma en tu rutina diaria y aprovechar sus beneficios antiinflamatorios.
  • Aceite de cúrcuma: Algunas personas optan por consumir aceite de cúrcuma, que es una forma concentrada de curcumina. Puedes agregar unas gotas de aceite de cúrcuma a tus ensaladas o platos de verduras para obtener sus beneficios.
  • Cápsulas de cúrcuma: Además de los suplementos de curcumina, también puedes encontrar cápsulas de cúrcuma en el mercado. Estas cápsulas contienen cúrcuma en polvo y pueden ser una opción conveniente para aquellos que desean dosis controladas.