ASÍ DE FÁCIL
Pelar ajos no tiene por qué ser una tarea incómoda o dejar olor en tus manos. Con estos trucos, podrás disfrutar del ajo en tus recetas sin preocuparte por el aroma persistente. Desde métodos como el tarro de cristal y el microondas hasta el uso de agua caliente, descubre la opción que mejor se adapte a tus preferencias.
El ajo es uno de esos ingredientes indispensables en la cocina, capaz de mejorar cualquier plato con su sabor característico y aroma inconfundible. Sin embargo, aunque es delicioso, el proceso de pelar ajos puede ser todo un desafío, especialmente cuando se trata de lidiar con el olor persistente que queda en los dedos. Si eres un amante de la cocina, pero detestas ese aroma que parece impregnarse en tu piel, ¡estás en el lugar correcto! En este artículo, te compartimos algunos métodos y trucos efectivos para pelar ajos sin que te quede el olor en los dedos.
Uno de los trucos más populares en internet es el uso de un tarro de cristal para pelar ajos en cuestión de segundos y sin necesidad de tocarlos.
El proceso es simple. Primero, separa los dientes de ajo de la cabeza, pero sin quitarles la cáscara. Coloca los dientes de ajo en un tarro de cristal limpio, cierra bien el tarro, y luego agita fuertemente durante unos 20 a 30 segundos. La fricción generada entre los dientes de ajo y las paredes del tarro hace que las pieles se suelten.
Aunque el método no es perfecto, y probablemente necesitarás agitar el tarro por más de 20 segundos para obtener resultados satisfactorios, el ajo sí se pela parcialmente. Sin embargo, es posible que necesites quitar manualmente algunos restos de piel.
Otro truco menos conocido, pero igualmente efectivo, es el de remojar los dientes de ajo en agua caliente. Este método es ideal para quienes desean evitar por completo el contacto directo con el ajo, minimizando así el riesgo de quedar con las manos impregnadas de su olor característico.
Para ello, primero separa los dientes de ajo de la cabeza y colócalos en un recipiente. Luego, vierte agua caliente (no hirviendo) sobre ellos y déjalos reposar durante 5 minutos. La cáscara se ablandará, y podrás retirarla con facilidad sin que el ajo se resienta.
La ventaja de este método es que el agua caliente ablanda la piel del ajo, lo que facilita su retirada sin necesidad de pelar con las manos. Además, como tus manos apenas tocan el ajo, es menos probable que se queden impregnadas con su olor. Es un método especialmente útil cuando necesitas pelar grandes cantidades de ajo a la vez.
Si buscas un truco rápido y efectivo, el microondas puede ser tu mejor aliado. Coloca los dientes de ajo, todavía con la cáscara, en el microondas durante 10 a 15 segundos. El calor del microondas hará que la piel del ajo se desprenda casi por completo, lo que facilita mucho su pelado.
Este método es rápido y efectivo, pero ten en cuenta que el ajo se calentará un poco, lo que puede cambiar ligeramente su textura. Sin embargo, es una excelente opción cuando tienes prisa y no quieres que tus manos huelan a ajo.
El clásico método del cuchillo también puede ayudarte a evitar el olor a ajo en las manos si lo haces de la manera correcta.
Coloca el diente de ajo sobre una tabla de cortar y utiliza la hoja de un cuchillo ancho para presionar suavemente el diente. La presión hará que la cáscara se rompa, permitiéndote retirarla fácilmente con la ayuda del cuchillo, sin necesidad de tocar directamente el ajo.
Este método es rápido, no requiere herramientas adicionales y, si se hace correctamente, el contacto con el ajo es mínimo, reduciendo el riesgo de que el olor se quede en tus dedos.
Finalmente, si ninguna de las opciones anteriores te convence y quieres estar 100% seguro de que el olor no se impregnará en tus dedos, siempre puedes optar por usar guantes o una bolsa de plástico.
Simplemente, coloca el ajo dentro de una bolsa de plástico o usa guantes desechables mientras lo pelas. Este método es infalible, ya que te asegura que no tendrás ningún contacto directo con el ajo.