DELICIOSAS
Estos bocaditos de cielo aparentemente fáciles de cocinar guardan algún que otro secreto. Si quieres lograr que no exploten mientras las cocinas, ¡muy atenta al siguiente artículo! Guarda bajo llave estos trucos y disfruta de unas croquetas suaves por dentro y crujientes por fuera.
Si algo une a los españoles es la pasión por las croquetas. De jamón, de boletus, de cocido, de chipirones… ¡Todas las combinaciones son bienvenidas! Sin duda, pillarle el punto a la bechamel requiere práctica, igual que aprender a cocinarlas sin que exploten. Para muchas personas, freírlas es todo un desafío, especialmente si son caseras.
Nosotras también compartimos este sentimiento y por ello, te traemos la solución para que tus croquetas se mantengan intactas al introducirlas en el aceite. No solo debes tener en cuenta el proceso de cocción, el rebozado y la temperatura de la croqueta son igual de importantes. Recuerda que la práctica hace al maestro, así que no te desanimes si no obtienes resultados perfectos la primera vez. ¡Sigue intentándolo y pronto dominarás el arte de freír croquetas!
Deja reposar la masa
Una vez tengamos lista la bechamel de nuestras croquetas, es fundamental extenderla sobre la superficie plana de un recipiente y dejarla enfriar. Cuando la masa haya perdido temperatura, la meteremos en la nevera, lugar en la que la taparemos con papel film y dejaremos reposar al menos 24 horas.
Da forma a las croquetas
Tras el tiempo transcurrido, es momento de dar forma a la croqueta. No hay una forma perfecta, ¡las mejores son las que no tienen! Toma pequeñas porciones de masa y dale forma de cilindro o bola, según tu preferencia. Gracias al tiempo que han pasado en frío te será sencillo moldearlas correctamente. Si intentas darles forma inmediatamente después de preparar la masa, probablemente se abran durante la fritura.
Las fases del rebozado
Uno de los puntos claves es ejecutar un buen rebozado, para disfrutar de una cobertura crujiente y un interior denso. Debes pasar cada croqueta primero por harina, después por huevo batido y, por último, por pan rallado. Asegúrate de cubrir bien cada croqueta en cada fase, presionando suavemente para que el rebozado se adhiera correctamente.
La importancia del congelador
Una vez las tengas todas listas, coloca las croquetas en una bandeja y mételas en el congelador hasta que estén completamente tiesas. Al freírlas justo después de sacarlas del congelador, se formará una capa exterior más rápida y ayudará a mantener la forma mientras se cocinan.
Aceite abundante y caliente
Para freír bien este manjar, debes optar por una sartén antiadherente y llenarla con abundarte aceite para cubrirlas completamente. Además, es importante que el aceite esté bien caliente antes de agregar las croquetas. Fríelas en pequeñas tandas para mantener la temperatura del aceite constante, ¡recuerda no descongelarlas antes de cocinarlas! Siempre del frío al aceite caliente.
Ahora que ya sabes cómo debes proceder, ¿por qué no te acercas a la cocina y te animas a prepararlas? En Novamás, te contamos cómo puedes preparar unas deliciosas croquetas de calçotscon las que te vas a chupar los dedos. También puedes optar por la versión del salmorejo hecha bechamel.
Si quieres freírlas de una forma más saludable, puedes cocinar tus croquetas en la freidora del aire, aunque debes tener algunos factores clave en cuenta, como el tamaño de las croquetas, el tipo de aceite o incluso el estado de la freidora.