Si no quieres que tu cartera tiemble, lee esto

Cómo evitar un sablazo en un restaurante

Hace unos días, una pareja compartió en las redes sociales una cuenta abultada en un chiringuito de Formentera, montando un revuelo fenomenal. El verano es época propicia para los sablazos, así que os damos consejos para que no os la metan doblá.

En el chiringuito, vigila tu dinerito.Flickr

Formentera, paraíso en la tierra. Eso sí, los que hemos estado más de una vez no nos extrañamos de la cuenta que una pareja compartió en redes sociales y en la que, por comer en un ‘chiringuito’ –uno deluxe, en todo caso-, les habían soplado la friolera de 337 euros. Todo por un pescado, algo de beber y… poco más. Está claro que en Formentera los precios no suelen ser, ejem, populares, aunque el restaurante tenga pinta de bar playero. Por eso, la guía que os ofrecemos a continuación va enfocada a evitar, en la medida de lo posible, atracos a mano armada. Apuntad y echad mano a la cartera.

Vigila el vino. En verano nos venimos arriba, está claro. Empezamos con las cañas y, a la hora de comer, encargamos una botella de ‘su mejor caldo’ (solo decimos 'caldo' en estos casos de exaltación alcohólica). El camarero sonríe de oreja a oreja y pide la botella haciendo una voltereta. El resultado, tres cifras en tu cuenta. Hecho, es simple.

¿Ves donde pone "según mercado"? ¡Pues ojito! A veces viene expresado solamente  con las siglas "s.m." o con la frase completa y es un coladero total para llegar hasta nuestro monedero.  Lo de “según mercado” es una barra libre para pedir lo que sea por unas gambas. El camarero te argumentará que ayer costaban la mitad, pero que hoy… ay…

El 'fuera de carta', una fuente de sinsabores. En la carta aparecen los precios de todo, pero las sugerencias fuera de carta son un enigma en términos económicos. El camarero musita "tenemos un rape excelente" y tú no preguntas, claro, porque es de mala educación.  Al final, el resultado es una estocada en todo el lomo que te deja temblando.

No pidas cosas que no son de temporada. No, no y mil veces no. Se supone que los productos de temporada van a ser más asequibles (se supone), pero si se te pone entre ceja y ceja pedirte fresas en agosto, atente a las consecuencias. Porque seguramente te pedirán el oro y el moro.

Atención a los postres. Lo llevas todo calculado, te parece que vas bien y que incluso te va a sobrar dinero y, de repente, te vuelves loco con los postres. Pues bien, es más que probable que la hayas cagado. Los postres son lo más parecido a un cepo para osos que hay en las cartas de muchos restaurantes.

En arroces, calderetas, etc., que te aclaren si el precio es por persona o no. Un error muy habitual es ver "arroz con bugre/75 euros”"y no percatarte de que el precio es POR PERSONA. Por eso, ante la menor duda, lo mejor es preguntar al camarero. Que sea él el que te resuelva el enigma.

Cuidadín con el precio por kilo. En el caso de pescados, lo del precio por kilo puede ser un truquele para inflar la cuenta. ¿Se trata del pescado en bruto o de lo que te llega a la mesa?, ¿cuánto desperdicio tiene la pieza? Pregunta y vuelve a preguntar, que te vemos fregando platos hasta 2020 para pagar la cuenta. Luego no digas que no te avisamos.