DEPRESIÓN POST-VACACIONAL EN TODOS LOS ASPECTOS
Tranqui, es un mal universal. Ganas unos kilos durante las vacaciones y cuando llega la hora de la verdad te da una pereza infinita deshacerte de ellos. No lo demores más y ponte sin piedad a recuperar la figura de antes del verano. ¿Cómo? Siguiendo estos consejos.
1- Nada de dietas exprés. Ni hiperproteicas ni low carb ni milongas milagrosas. Para perder los kilos que ganaste es aconsejable hacerlo poco a poco y de forma implacable, probablemente a la misma velocidad que los ganaste. Es decir, si tardaste un mes en coger tres kilos, lo más razonable será que los pierdas en un periodo de tiempo similar para evitar tanto el efecto yoyó como pautas de alimentación inadecuadas. Por tanto, y aunque suene paradójico, para perder peso exprés lo mejor es siempre tener paciencia.
2- Ejercicio a diario. Más que contar calorías, hay que ser constante en hacer ejercicio. ¿Has probado a salir a correr media horita cada día mientras dura esta puesta a punto post-vacacional? Los resultados van a sorprenderte si eres constante (y sí, sábados y domingos también; y no, durante el fin de semana no se permiten excesos). Completa la actividad física con pequeños gestos como regresar caminando del trabajo, subir las escaleras, ir al súper más alejado... y verás cómo lo notas.
3- Lávate los dientes y masca un chicle sin azúcar justo después de las comidas. Tu cerebro dará por zanjado el ágape, de manera que no seguirás comiendo más y podrás poner punto y final a la comida antes de haberte llenado del todo. Funciona.
4- Cena antes. Adelanta al menos un par de horas tu cena. ¿Que sueles cenar a las 21 h? Las 19 h será una buena hora para la última comida del día. Si después tienes hambre antes de irte a dormir, no dudes en tomar un yogur (o dos) o una pieza de fruta. Si tras la cena te mantienes activo (ponte a recoger la lavadora, cocinar el táper del día siguiente...) verás cómo tu cuerpo quema calorías.
5- Adiós a los eventos sociales. Al menos durante estas semanas en que estás intentando mantener a raya la báscula, es mejor que digas no a esas tardes de cañitas y esas cenas de regreso de vacaciones. Y si no renuncias a ellas, aprende a renunciar, eso sí, a los excesos de comida y alcohol. Si eres de los que no se pierde un evento ni loco, intenta al menos evitar el pan, tomar solo una copa y no cometer demasiados excesos.
6- Cinco comidas al día. Trata de merendar y comer algo a media mañana. Aunque es cierto que no es una norma básica, y que no a todo el mundo le funciona, sí lo es que estos pequeños tentempiés a base de fruta o yogur ayudan a llegar con menos hambre a las principales comidas, además de aportar vitaminas y energía.
7- Incrementa el consumo de fibra. En vacaciones solemos comer mucho fuera, y en líneas generales menos frutas y verduras de lo habitual, lo que provoca que vayamos menos al baño. Ya puedes ponerte manos a la obra y desayunar kiwis, apostar por los integrales e incrementar el consumo de verduras y legumbres. Vigila con los zumos, pues es cierto que gracias a su concentración de frutas tienen mucha fibra, pero también mucho azúcar, que no será lo que más te convenga si quieres perder peso.
8- Consulta a un dietista si la cosa se pone fea. Nada mejor que un profesional de la salud si no conseguimos perder los kilos que nos sobran. Con la edad y otros factores, es más complicado rebajar kilos, y además hemos de tener en cuenta si realmente nos sobran esos kilos o tal vez deberíamos tomarnos la dieta con más calma. Un profesional de la salud nos dirá cuánto nos sobra y nos dará pautas para eliminarlo sin sufrir demasiado, perfectamente adaptadas a nuestras necesidades.