DE FORMA EFICIENTE
Cortar un mango puede parecer una tarea sencilla, pero hacerlo de manera correcta hace que se pueda aprovechar al máximo la fruta y evitar desperdicios. A continuación, te damos consejos y trucos para cortar un mango de forma eficiente.
El mango es una fruta que se usa para la elaboración de postres, así como salsas y ensaladas. Desde tacos de salmón con salsa de mango y tallarines de calabacín con mango y bacalao hasta crema de mango con chocolate, mousse de mango y piña o ensalada de mango picante. Cada vez triunfa más en el mundo gastronómico por su extravagante sabor y su dulzura.
No obstante, los mangos son frutas complicadas de cortar, porque su textura es fibrosa y tienen un hueso muy grande. Si se corta de manera errónea se puede acabar desperdiciando gran parte de la fruta, así que como ya se ha hecho para las piñas y las granadas, para el mango también se han buscado trucos para poder cortarlos correctamente, de forma fácil y rápida y aprovechar al máximo su pulpa.
Los amantes de la cocina han discurrido las formas más eficaces y rápidas de pelar y cortar un mango. A continuación te explicamos alguna de sus fórmulas para que apliques las pruebes y decidas cuál te resulta más útil para sacarle el mayor partido a esta fruta –que no es nada barata-.
Lo primero que debes hacer es encontrar el tallo y localizar la semilla grande, alargada y plana situada en el centro de su interior. Una vez hecho esto, lo más fácil cortar el mango –sin pelarlo- en tres partes dejando el hueso en el centro. Si se corta de este modo, se separa la semilla y quedarán dos grandes trozos de pulpa.
El segundo paso es hacer una cuadrícula en una de las mitades del mango y con un cuchillo cortar dados, asegurándonos de no traspasar la piel. Cuando la cuadrícula esté hecha, presionar la parte inferior para que los cubos se desprendan de la piel con la ayuda de una cuchara o un cuchillo.
Por último, aprovecha el resto del mango que ha quedado adherido a los laterales del hueso y cortándolo a dados con un cuchillo.
Si bien es cierto que puedes retirar la piel del mango de forma tradicional, con un cuchillo o un pelador al uso, también requiere que la fruta esté fuerte, es decir, que todavía no haya madurado en exceso porque cuando está en el punto óptimo de consumo, la piel está blandita y dificulta el proceso.
Uno de los trucos para aprovechar al máximo un mango maduro es no pelarlo hasta el último momento. Es una fruta jugosa y resbaladiza, por lo que es más sencillo manipularlo con la piel y, posteriormente, pelarlo.
Cuando tengas el mango en tres partes y hayas obtenido dos grandes trozos de pulpa, localiza un vaso de cristal que no sea demasiado grueso. Un borde delgado te permitirá quitarle la piel a la fruta de forma muy sencilla: deslizando el mango por el lateral del vaso de un extremo a otro, como si se tratara de un pelador con una gran superficie. De manera que la piel quede en la parte exterior y la pulpa en la interior del recipiente.