A LA ROMANA O LA ANDALUZA
La fórmula perfecta para que los calamares queden muy crujientes combina la elección de calamares frescos y de calidad, una preparación adecuada, un rebozado bien cubierto, una fritura a la temperatura correcta y un tiempo de cocción preciso. En este artículo te contamos todos los detalles.
Los calamares fritos son un manjar delicioso muy típico en España, donde los clasificamos entre "a la romana" o "a la andaluza", aunque también se consumen en países tan lejanos como Filipinas o Turquía. Y aunque en cada casa se hagan de forma distinta, todas las preparaciones tienen un denominador común: la textura crujiente y un interior tierno y sabroso.
Sin embargo, lograr que los calamares queden crujientes por fuera y tiernos por dentro puede ser todo un desafío. Si no se es un experto, es probable que los calamares terminen quedando grasientos o blandos en lugar de la deseada textura frita.
Pero no te preocupes, en este artículo te revelaremos la fórmula perfecta para lograr que tus calamares queden irresistiblemente crujientes. Analizando varios portales web especializados en cocina, hemos encontrado varios consejos que te ayudarán a sorprender a tus comensales.
La próxima vez que prepares calamares fritos, ten en cuenta los siguientes puntos:
El primer paso para lograr unos calamares crujientes es elegir productos frescos y de alta calidad. Si es posible, cómpralos frescos en lugar de congelados, ya que los calamares frescos tienen una textura y sabor superiores.
Por otro lado, asegúrate de que los calamares estén limpios y libres de pieles y cartílagos antes de comenzar a prepararlos.
Antes de sumergir los calamares en el rebozado, es importante prepararlos adecuadamente. Corta los calamares en anillos delgados y retira cualquier resto de vísceras.
Luego, seca bien los calamares con papel absorbente para eliminar la humedad. Esto ayudará a que el rebozado se adhiera de manera uniforme y favorecerá la crujiente textura que buscamos.
El rebozado y enharinado adecuados son esenciales para conseguir una capa crujiente en los calamares. Puedes utilizar una mezcla de harina común, sal, pimienta y otros condimentos de tu elección, como ajo en polvo o pimentón. Usar huevo o no, determinará si son a la romana o a la andaluza.
Asegúrate de cubrir los calamares por completo con el rebozado, presionándolo ligeramente para que se adhiera bien.
La temperatura del aceite para freír es crucial para lograr unos calamares crujientes. Calienta el aceite a aproximadamente 180 °C. Una temperatura demasiado baja puede hacer que los calamares absorban demasiado aceite y queden grasientos, mientras que una temperatura demasiado alta puede hacer que se quemen rápidamente por fuera sin cocinarse adecuadamente por dentro.
Para que la temperatura del aceite se mantenga, fríe los calamares en tandas de pocas unidades. De este modo también evitarás que se peguen entre sí y se cocinen de manera desigual.
El tiempo de fritura de los calamares puede variar dependiendo del tamaño y grosor de los anillos, así como de la temperatura del aceite. En general, los calamares deben cocinarse de 1 a 2 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y crujientes.
Evita cocinarlos en exceso, ya que esto puede hacer que se vuelvan gomosos y pierdan su textura deseada.
Una vez que los calamares estén dorados y crujientes, retíralos del aceite caliente y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Esto ayudará a mantener su crujiente textura y evitará que se vuelvan blandos al servirlos.