COME MÁS SANO
En algún momento del día el cuerpo reacciona diciéndonos que necesita comer algo dulce. Estos antojos son el resultado de una ingesta incorrecta de nutrientes, unos malos hábitos descontrolados o simplemente, nuestras emociones.
Puede ser que no hayas comido suficientes proteínas y grasas, lo que se traduce en una mala ingesta de nutrientes. Por ello, no tendrás suficiente energía y tu cuerpo responderá pidiéndote azúcar. También tiene algo que ver nuestro estado de ánimo pues tal y como explica el experto en psiconeuroinmunología Xevi Verdaguer en su página web, nuestro organismo fabrica dopamina cuando nos sentimos bien. Por el contrario, cuando estamos desanimados o estresados, esta sustancia disminuye y nos apetece comer dulce.
Un estudio realizado por la Universidad de Sydney y del Instituto Garvan de Investigación Médica ha identificado un sistema en el cerebro que vincula la dulzura de los alimentos con su contenido energético. De esta manera, nuestro cerebro asocia el sabor dulce con el aporte energético del alimento.
Lo fundamental es enseñar a nuestra mente a decir no cuando el cuerpo pida azúcar y por supuesto, identificar qué es lo que quiere el cuerpo (energía a base de azúcar) y cambiarlo por aquello que realmente necesita (energía a base de proteínas y grasas saludables).
Aquí dejamos los cinco trucos infalibles para olvidarnos de los postres y los dulces:
Si pones en práctica estos cinco trucos y los conviertes en rutina, tu mente se mantendrá alejada del dulce, aunque no debemos olvidar que siempre es bueno darnos un caprichito de vez en cuando.