Comerlos es como beberse un par de vasos de agua
En verano las temperaturas suben, llega el calor y comenzamos a sentir sed. Mucha sed. También podemos paliarla con alimentos. Atentos.
Dándole la vuelta al, sin duda defendible, grito de Rajoy de "¡Viva el vino!", queremos apostar por un "¡Viva el agua!" que nos parece más acorde con las temperaturas que estamos (¿sufriendo?, ¿disfrutando?) este verano. Verán ustedes, nos pasamos las vacaciones escuchando recomendaciones de que bebamos agua por un tubo para mantenernos hidratados y no marearnos, pero nos parece que se olvida uno de aquellos alimentos que son prácticamente agua y que, oh sí, nos ayudan a que nuestra garganta sea un poco menos secarral.
Pepino. Con un contenido de agua del 95 por ciento, unas cuantas rodajas de pepino pueden ser tan saciantes como un vaso de agua. Además, también proporcionan un poco de fibra y un aporte de vitamina C, en torno al 6% de nusestras necesidades diarias. Además, puede tomarse en gazpachos, ensaladas verdes, sopas o zumos verdes. ¡Viva el pepino, pardiez!
Lechuga. Vamos a ser sinceros: las lechugas cuentan con el argumento en su contra de que cuesta encontrarlas ricas. Cada vez más. Es acudir a la frutería y toparnos con un muestrario de hojas verdes con pinta de cartón piedra. No obstante, si tenemos la suerte de encontrarnos con una buena y con sabor, OMG, comienza el goce. Además, el 90% de su contenido es agua. También están llenitas de nutrientes,como el folato, vitamina C, fibra y el betacaroteno antioxidante, que ayuda a mantener sanos vista y piel. Arriba las ensaladas.
Yogur. Toma ya. Esto si que no os lo esperabais, ¿eh? Vuestro amigo el yogurazo tiene agua a cascoporro. Concretamente, entre el 85 y el 88% de su contenido corresponde al líquido elemento. Sorprendentemente, hay más agua en los yogur más grasos y menos en los desnatados. Comiéndonos unos también obtenemos calcio, B12 y riboflavina. Sí, se pueden tomar solos, pero también pueden ser la base de ricas y fresquitas salsas.
Sandía. No es ningún secreto que esta fruta tiene un 92% de agua. De hecho, su nombre en inglés -watermelon- lo dice todo. Además, es fuente de vitamina C y, sí, de licopeno, un antioxidante que puede ayudar a proteger contra las enfermedades del corazón. A tope con las rodajitas de sandía para terminar una comida, pero no hay que cortarse a la hora de meterlo en gazpachos, ensaladas y cualquier otra combinación que se nos ocurra.
Papaya. Con un 88% de agua, esta fruta tropical es otra poderosa aliada para mantenerse hidratado pero, ojito, porque tiene más virtudes. Por ejemplo, en una taza encontramos 3 gramos de fibra por tan solo 55 calorías. ¿Qué como se puede tomar? Sola, obviamente, pero también aportando ese punto exótico que nos vuelve loquitos. Somos papaya lovers y cuando hace calor, más.