Vaya inventazo, amigos
Ha tenido que ser una empresa japonesa, Bourbon, la que se haya sacado de la manga el primero chocolate en lonchas. Sí, amigos. No en crema ni en tableta ni nada de eso. Ideal para hacerte unos sándwiches para la hora de la merienda.
En el mundillo de las comidas que-te-hacen-un-apaño-pero-no-son-comida-de-verdad, el queso en lonchas ocupa un lugar destacado. ¿Qué te viene el apretón de hambre? Coges un 'tranchete', le quitas el plástico que lo recubre (esto es importante) y te lo comes. Pues bien, hacer ese mismo producto con chocolate es, claro está, una genialidad. Y ha sucedido.
La empresa japonesa Bourbon acaba de lanzar el chocolate en lonchas y, si nos metemos en su página web, podemos ver ya los usos que proponen desde la marca. Se puede utilizar en loncha, lógicamente, para introducirlo en sándwiches o wraps. También es posible cortarlo para darle las formas más diversas o incluso para hacer rollitos. El invento nos tiene loquitos aunque, por el momento, solo puede comprarse a través de la web. Pero no es la primera vez que el chocolate se presenta de formar originales.
Chocolate en spray. ¿A qué mola cuando cogemos un spray de nata montada, apuntamos a nuestra boca y nos metemos un buen chute? Pues varias marcas comercializan la versión chocolateada. Ideal para esos momentos en los que lo único que queremos hacer en tumbarnos en el sofá y jamar chocolate como si no hubiera un mañana.
Chocolate en tubo. Algo tienen los tubos que nos fascinan. Quizá sea ese momento en el que lo apretamos y sale al exterior su contenido, ya sea pasta dentífrica o mayonesa. Pues bien, también hay una versión de chocolate. Eso sí, no lo apliquéis encima del cepillo de dientes: mejor en algún cupcake o postre que queráis rematar.
Chocolate en píldora. Sin calorías e incluso saludable. Una de las empresas líderes a nivel mundial en producción de chocolate, Barry Callebaut, está trabajando para crear un suplemento alimenticio con extractos de flavanoles, sustancia beneficiosa que se encuentra en el cacao. Lo único que nos preocupa es saber si la experiencia de consumir esta píldora será tan placentera como la de comer una tableta de chocolate...