CONSEJO CULINARIO
Normalmente guisamos los champiñones, pero crudos pueden dar un toque de lo más especial a alguno de tus platos.
El champiñón es una seta o mejor dicho un hongo, muy presente en las recetas de cocina. Es un alimento que habitualmente comemos guisado pero que crudo y preparándolo de forma adecuada, puede darle un toque especial a nuestros platos. Disfrutando de su sabor tanto o más que cuando lo cocinamos.
Cómo preparar el champiñón crudo
En primer lugar, para poder comernos el champiñón crudo es muy importante limpiarlo. Al ser un alimento cultivado en la tierra es muy común que encontremos arena en este alimento. Para deshacernos de ella habría que pasarles un paño húmedo o limpiarlas principalmente con un pincel. Aunque se pueden lavar, su porosidad hará que absorba el agua y las partículas de la tierra en lugar de eliminarlas.
No obstante, si decides lavarlos es importante quitarles el pie, ya que esta parte del champiñón es la que más suciedad y bacterias puede acumular. Si lavas los champiñones frota suavemente la superficie del champiñón bajo el grifo y luego sécalos con cuidado para no romperlos. Una vez limpios ya estarían listos para consumirse, tanto crudos como cocinados.
Para sacar el máximo sabor a los champiñones crudos, córtalos en un plato y rocíalos con zumo de limón. Mételos al congelador durante unos minutos, pero sácalos antes de que estos lleguen a congelarse. La acidez del limón hará que estos se 'autococinen' como un ceviche. A continuación salpimienta al gusto. Si lo añades a una ensalada por ejemplo le darás un toque de lo más original y sabroso.
Las ventajas de comer champiñón
Incorporar el champiñón en nuestra dieta puede ser muy beneficioso, es una alimento antioxidante, saciante y rico en fibra, además de un gran aportador de vitamina D. También contiene vitamina B6, vitamina C, potasio y niacina. Es muy bajo en calorías lo que lo hacen un compañero ideal para cualquier dieta.
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