DESCUBRE LA VERDAD
Algunas veces, cuando freimos pechugas de pollo o un buen filete o solomillo vemos cómo la pieza se encoje y suelta mucha agua en la sartén. ¿Por qué ocurre esto? ¿Significa que la carne tiene una baja calidad?
Primero, vamos a resolver el gran enigma: ¿Por qué tu carne suelta tanta agua al freír? La respuesta puede sorprenderte: no tiene nada que ver con la calidad de la carne. De hecho, es una cuestión de física culinaria. Sí, esa misma física que te hizo sudar en el colegio, ahora está afectando tu cocina.
Cuando pones un trozo de carne muy frío en una sartén muy caliente, estás causando un choque térmico. La carne contiene agua en forma de humedad interna. Si la temperatura de la sartén es demasiado alta y la carne está demasiado fría, el calor extremo hace que el agua se escape rápidamente, creando ese charco que parece digno de una pequeña inundación.
No, no son hormonas, ni antibióticos. Antes de que te vuelvas paranoico, aclaremos algo importante. La presencia de agua en la carne no tiene nada que ver con hormonas o antibióticos. Es un mito bastante común pensar que estos aditivos hacen que la carne suelte agua.
En realidad, las normativas alimentarias son estrictas en cuanto a la utilización de hormonas y antibióticos en la producción de carne. Así que no, tu filete no ha sido dopado. Aunque sí puede influir si el animal es de ganadería intensiva o extensiva, si no hay visto el campo, sus células retendrán más agua.
Las carnes que compras en el supermercado están reguladas para garantizar que sean seguras para el consumo. Los antibióticos solo se usan en animales enfermos y hay un período de espera antes de que puedan ser sacrificados para asegurarse de que los medicamentos se han eliminado del sistema del animal. Así que, puedes estar tranquilo: esa agua en la sartén no es un cóctel químico, solo es agua.
Entonces, si no es cuestión de calidad o aditivos: ¿Por qué algunas carnes sueltan más agua que otras? Esto puede deberse a varios factores, incluyendo la forma en que la carne fue procesada y almacenada. Por ejemplo, la carne que ha sido congelada y descongelada tiende a liberar más agua cuando se cocina. Esto es porque las células de la carne se rompen durante el proceso de congelación y descongelación, liberando el agua contenida en ellas.
Además, la carne que ha sido cortada o manipulada también puede perder más agua. Los músculos de la carne contienen una red de fibras y células que retienen el agua. Al cortar la carne, estas fibras se dañan, permitiendo que el agua se escape más fácilmente durante la cocción.
Ahora que ya sabes por qué sucede, vamos a lo práctico: ¿Cómo puedes evitar que tu sartén se convierta en una piscina? Aquí van algunos consejos que te ayudarán a mantener tu carne jugosa y sin exceso de agua:
Es fácil caer en la trampa de pensar que la carne que suelta agua es de mala calidad, pero la realidad es mucho más simple. Entender los principios básicos de la cocción y la manipulación de alimentos puede ayudarte a evitar este problema y disfrutar de un filete perfectamente cocinado. Así que, la próxima vez que veas agua en tu sartén, recuerda: no es culpa de la carne, es solo una cuestión de temperatura y humedad.