REDUCIRÁS GRASA CORPORAL COMAS LO QUE COMAS
Si estás harto de hacer dieta y que no sirva de nada, debes saber que adelgazar puede ser tan sencillo como modificar la hora a la que comes. Según un estudio realizado por la Universidad de Surrey, cambiar el horario del desayuno y el de la cena ayuda a reducir grasa corporal. ¿Por qué ocurre esto?
Los pequeños cambios en los horarios de desayuno y cena pueden reducir la grasa corporal, según afirma un nuevo estudio piloto realizado por la Universidad de Surrey y publicado en 'Journal of Nutritional Science'. Bajo el título de "Alimentación restringida en el tiempo (una forma de ayuno intermitentes)", varios investigadores, dirigidos por Jonathan Johnston, contaron durante 10 semanas con un grupo de 16 participantes sanos. Había hombres y mujeres de entre 29 y 57 años de edad, con condiciones de vida similares y sin cambios reseñables de peso en los 6 meses anteriores al estudio.
Dos semanas antes de comenzar el experimento, cada uno de los participantes se sometió a un control médico, anotó sus horarios de sueño y de vigilia, así como sus rutinas de alimentación. Después se les dividió en dos grupos: por una parte, aquellos a los que se les exigió retrasar el desayuno 90 minutos y adelantar hora y media la cena. Y, por otra parte, estaban los que comieron como lo harían normalmente: los llamados controles.
A diferencia de estudios previos, no se les pidió a los participantes que se ciñeran a una dieta estricta, sino que se les dio libertad de comer lo que quisieran, siempre que lo hicieran dentro del horario fijado. Después de las 10 semanas que duró el estudio, los resultados fueron los siguientes: aquellos que cambiaron sus horarios en las comidas perdieron más del doble de grasa corporal que los del grupo de control, quienes ingirieron sus comidas de manera normal.
Lo que no quedó claro es hasta qué punto el cambio de hora influyó en la pérdida de masa corporal, ya que los participantes simplemente comían menos durante las semanas de prueba. El doctor Johnston tiene claro que "aunque este es un estudio pequeño y tenemos que seguir desarrollando otros más ambiciosos sobre el tema, sí demuestra cómo pequeños cambios en nuestros hábitos de comida pueden conllevar claros beneficios en nuestro organismo".
Un punto débil del estudio es la dificultad de llevar a cabo durante un largo periodo de tiempo el horario que los investigadores proponían. Los compromisos de la vida actual, como los horarios laborales, lo impiden, tal y como señalaron el 57% de los participantes. En todo caso, el 43% afirma que harían el esfuerzo de mantener este cambio horario del desayuno y la cena si les aseguran que sería beneficioso para la salud.