PUEDE RESULTAR BENEFICIOSA EN DOSIS MODERADAS
Se puede decir que la cafeína tiene bastante mala fama pero, ¿es tan “fiera” como la pintan? La verdad es que no. La cafeína siempre va acompañada de mitos, muchos ni siquiera justificados. Sucede como con todo, hay un término medio: ni todo es bueno, ni todo es malo.
La cafeína en una dosis diaria moderada es bastante beneficiosa, el problema viene cuando abusamos de ella. Para no pasarnos con el consumo de cafeína, es importante tener en cuenta que no solo está presente en el café: otros alimentos como el té, los refrescos, el chocolate e, incluso, algunos medicamentos contienen cafeína en su composición, por lo que debemos estar atentos. Lo ideal es no superar la cantidad de cafeína diaria recomendada, que se establece en, aproximadamente, 200 mg.
Sin embargo, ¿es tan adictiva como dicen? ¿Engorda? ¿Cuáles son sus verdaderos efectos sobre el cuerpo? ¿Cuál es su incidencia en las enfermedades cardíacas, el cáncer o la osteoporosis?¿Se puede tomar durante el embarazo? ¿De verdad tiene tantos contras?
La parte buena: los pros de la cafeína
La cafeína, en dosis moderadas, no solo nos mantiene alerta, también favorece el proceso mental, mejora la memoria, el razonamiento lógico y el rendimiento en las tareas cognitivas. Revitaliza el estado de ánimo, crea sensación de bienestar y nos hace sentir más enérgicos.
Es un perfecto antioxidante, ya que la cafeína ayuda a estabilizar y a mantener a raya los radicales libres, impidiendo de esta manera que dañen el organismo. Por ese mismo motivo, ayuda a prevenir enfermedades. A la lista de beneficios hay que añadir que contiene muchos minerales.
La cafeína en dosis moderadas mejora la memoria y el razonamiento lógico
A los atletas les permite rendir más, con entrenamientos más largos y de mayor intensidad, ya que ayuda a disminuir el uso de reservas de glicógeno.
Tiene un alto poder diurético, por lo que, llevando una dieta saludable, equilibrada y estando el ejercicio físico presente en el día a día, favorece la eliminación de la grasa (el organismo tira de ella como fuente de energía) y ayuda a combatir la retención de líquidos. En definitiva, podríamos decir que la creencia de que la cafeína engorda no es para nada real.
Por otro lado, y hablando de mitos, a diferencia de lo que se suele pensar, la cafeína no es perjudicial para las mujeres embarazadas, ni tampoco para el desarrollo de su bebé. Siempre y cuando, obviamente, el consumo de cafeína sea moderado y no se supere la cantidad diaria recomendada.
La parte mala: los contras de la cafeína
La cafeína aumenta los niveles de la hormona del estrés, y por tanto eleva su percepción y genera mayor ansiedad. Es estimulante, para bien y para mal, por lo que puede generar nerviosismo y alterar el estado emocional.
Además, en algunos casos, perjudica la absorción de nutrientes concretos y provoca la excreción del potasio, el magnesio, el calcio o el hierro y algunos minerales, pero esto depende de cómo asimila cada organismo la cafeína.
Para algunas enfermedades, como las cardíacas o la osteoporosis, no es favorable, ya que en el primer caso puede elevar la presión sanguínea y, en el segundo, se corre el riesgo de que la cantidad de calcio se vea reducida en el organismo.
Con el paso del tiempo, el cuerpo puede hacerse más intolerante a la cafeína y puede que esta sustancia delimite la producción de melanina y otras hormonas esenciales para el organismo. Además, acelera el envejecimiento de la piel a determinadas edades.
Por todo esto, es necesario que hagamos un consumo racional de cafeína. Todo tiene sus pros y sus contras, pero con una dieta variada y equilibrada, la práctica de ejercicio diario y un consumo moderado de cafeína, no hay por qué renunciar a ella.